DOMINGO, 29 DE ENERO DE 2017
Misterio en blanco
"Durante un momento, con la incertidumbre de la que era presa, llegó a creer que se trataba de un fantasma, pues parecía emerger de entre los árboles para volver a desaparecer repentinamente como si lo empujara y atrajera una fuerza oculta. La desaparición de la figura había sido tan súbita e inesperada como su aparición."
Fragmento de Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon.Estoy teniendo la fortuna de deleitarme estos últimos meses con estupendas novelas del género negro de los años treinta. No sólo son historias de gran calidad narrativa, sino que Siruela las trae en su mejor versión: pasta dura, gran encuadernación, excelentes traducciones y atractivas portadas.
La última novela, de la genial colección policíaca de Siruela, que he tenido el placer de leer es Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon.
En la Navidad de 1937 una copiosa tormenta de nieve asola Inglaterra y deja atrapados en un tren, el día de Nochebuena, a seis desconocidos. Hartos por no poder moverse, deciden caminar en plena ventisca hasta la estación más cercana. Pero el mal tiempo los llevará a refugiarse en una solitaria casa donde un té recién hecho y las chimeneas de las habitaciones encendidas, les darán la bienvenida. No hay nadie en casa y, sin embargo, está claro que hace poco hubo alguien allí. ¿Dónde están los propietarios? ¿Por qué se marcharon tan precipitadamente? Extraños sucesos y asesinatos se sucederán en torno a los seis desconocidos, que no tendrán más remedio que desvelar los secretos que encierra la casa si no quieren ser los siguientes.
La historia me ha mantenido en suspense de principio a fin. He estado igual de desconcertada que los protagonistas y me ha encantado sentirme atrapada en la casa igual que ellos, mientras fuera el mundo era sepultado por la nieve. Es un libro muy atípico, en el que los acontecimientos no se suceden como en la mayoría de novelas del mismo corte. No muere alguien y entonces surge un detective que termina por resolverlo todo. Se trata de un grupo de personas normales que de camino a celebrar la Navidad con los suyos se ven envueltos, sin quererlo, en una oscura trama que les obligará a hacer de Sherlock Holmes. Al principio, además, resulta difícil saber para todos (lectora incluida) si de veras ha habido algún crimen en la casa, ya que no hay cadáver, indicios de lucha o salpicaduras de sangre.
Otro detalle que me ha encantado es el toque paranormal que envuelve toda la trama y que se entremezcla con los inquietantes hechos con los que los personajes se van topando. Como si tiraran de un hilo, se van acercando a la madeja, allá donde todo es más complejo y siniestro.
Como ya habréis adivinado, la mayor parte de la historia se desarrolla en la casa. La falta de más escenarios acrecienta la sensación de acorralamiento y aumenta la tensión argumental. La narración es magnífica y los diálogos son extraordinarios. Estoy segura de que se habría convertido en un clásico si Hitchcock (que sí adaptó a la gran pantalla una de sus obras de teatro), o alguno de sus contemporáneos, lo hubiese llevado al cine.
Os cuento un poco quienes son nuestros protagonistas:
Os cuento un poco quienes son nuestros protagonistas:
El denominado como "el viejo pelmazo" es de los primeros personajes en hablar. Su verdadero nombre es señor Hopkins y, como su apelativo indica, es un pesado, cobardica y bocazas, que muy pronto desagrada al resto de sus compañeros de aventuras que lo consideran una molestia.
Jessie, la corista. Una joven muy llamativa, que está harta de captar la atención en el sentido equivocado y que ansía un hombre que mire más allá de su aspecto. Es lista pero la atormenta una extraña sensibilidad que luego se desvelará como un gran don.
Lydia y David, los hermanos Carrintong. Lydia es una joven muy inteligente, valiente y muy guapa a la que no se le escapa una, pero que se verá haciendo las veces de anfitriona es casa ajena y de enfermera.
Su hermano David tendrá que erigirse como hombre de acción y hacer de Watson para el señor Maltby.
El señor Maltby es un anciano muy listo, con la carrera de psicología, que parece tener un sexto sentido (algo que inquieta a Hopkins mucho).
Luego está el anodino señor Thomson sin "p", oficinista algo necesitado de cariño y un poco acomplejado, que es feliz por verse, por fin, involucrado en una aventura.
Otros personajes se irán sumando (o puede que restando) al siniestro secreto que la casa lleva albergando en sus entrañas más de veinte años. ¿Saldrán airosos estos seis desconocidos del horror que aguardan sus paredes? ¿De verdad, el cuadro del hall los sigue con la mirada? Os invito a todos a descubrirlo, porque la historia bien lo merece.
De nuevo, agradezco muchísimo a Siruela que me haya permitido reseñar esta joya de la novela negra. ¡Me ha encantado!
Os recomiendo no perderos, además de Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon, tampoco los siguientes títulos de la colección: Un hombre muerto (reseña) de Ngaio Marsh, Muerte de un aviador (reseña) de Christopher St. John Sprigg , Muerte en la rectoría de Michael Innes y la última incorporación: Un asesino en escena también de Ngaio Marsh.
Argumento: En la velada del día de Nochebuena, una gran nevada obliga al tren de las 11:37 procedente de la estación londinense de St. Pancras a detenerse en las proximidades de Hemmersby. Decididos a no pasar la noche en el vagón, un ecléctico grupo de seis pasajeros decide desafiar las inclemencias del tiempo e intentar llegar al cercano pueblo. A mitad de camino, se ven obligados a refugiarse en una solitaria casa de campo que, a pesar del fuego encendido en la chimenea, el té para tres dispuesto sobre la mesa y el agua de la tetera todavía hirviendo, parece estar desierta. Atrapados por las circunstancias en ese reducido espacio, los viajeros intentarán desentrañar el enigma de la vivienda deshabitada y, cuando la tormenta finalmente amaine, de las cuatro personas que han sido asesinadas…
La recuperación de esta espléndida novela de intriga de ambiente navideño, desaparecida de las librerías desde hace más de setenta años, se ha convertido en un festivo e inesperado éxito editorial en el Reino Unido, resucitando así el interés de la crítica y los lectores por un escritor que Dorothy L. Sayers no dudó en calificar como «un insuperable maestro en el marco de las aventuras de misterio».
Lydia y David, los hermanos Carrintong. Lydia es una joven muy inteligente, valiente y muy guapa a la que no se le escapa una, pero que se verá haciendo las veces de anfitriona es casa ajena y de enfermera.
Su hermano David tendrá que erigirse como hombre de acción y hacer de Watson para el señor Maltby.
El señor Maltby es un anciano muy listo, con la carrera de psicología, que parece tener un sexto sentido (algo que inquieta a Hopkins mucho).
Luego está el anodino señor Thomson sin "p", oficinista algo necesitado de cariño y un poco acomplejado, que es feliz por verse, por fin, involucrado en una aventura.
Otros personajes se irán sumando (o puede que restando) al siniestro secreto que la casa lleva albergando en sus entrañas más de veinte años. ¿Saldrán airosos estos seis desconocidos del horror que aguardan sus paredes? ¿De verdad, el cuadro del hall los sigue con la mirada? Os invito a todos a descubrirlo, porque la historia bien lo merece.
De nuevo, agradezco muchísimo a Siruela que me haya permitido reseñar esta joya de la novela negra. ¡Me ha encantado!
Os recomiendo no perderos, además de Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon, tampoco los siguientes títulos de la colección: Un hombre muerto (reseña) de Ngaio Marsh, Muerte de un aviador (reseña) de Christopher St. John Sprigg , Muerte en la rectoría de Michael Innes y la última incorporación: Un asesino en escena también de Ngaio Marsh.
Título: Misterio en blanco
Autor: J. Jefferson Farjeon
Género: Novela negra, Años 30
Editorial: Siruela
Formato: Papel y Digital
Páginas: 241
Precio: 19,95 € (Papel) y 9,99 € (Digital)
ISBN: 978-84-16854-01-1
Argumento: En la velada del día de Nochebuena, una gran nevada obliga al tren de las 11:37 procedente de la estación londinense de St. Pancras a detenerse en las proximidades de Hemmersby. Decididos a no pasar la noche en el vagón, un ecléctico grupo de seis pasajeros decide desafiar las inclemencias del tiempo e intentar llegar al cercano pueblo. A mitad de camino, se ven obligados a refugiarse en una solitaria casa de campo que, a pesar del fuego encendido en la chimenea, el té para tres dispuesto sobre la mesa y el agua de la tetera todavía hirviendo, parece estar desierta. Atrapados por las circunstancias en ese reducido espacio, los viajeros intentarán desentrañar el enigma de la vivienda deshabitada y, cuando la tormenta finalmente amaine, de las cuatro personas que han sido asesinadas…
La recuperación de esta espléndida novela de intriga de ambiente navideño, desaparecida de las librerías desde hace más de setenta años, se ha convertido en un festivo e inesperado éxito editorial en el Reino Unido, resucitando así el interés de la crítica y los lectores por un escritor que Dorothy L. Sayers no dudó en calificar como «un insuperable maestro en el marco de las aventuras de misterio».