¿Podrías hablarnos un poco sobre ti y tu trayectoria como escritor?
Es muy difícil hablar de uno mismo. Creo que he caminado por la vida haciéndome muchas o demasiadas preguntas, muchas de ellas sin respuesta. Ni siquiera a estas alturas, he conseguido encontrarlas. Esto es lo que me llevó a la literatura, inventar e imaginar respuestas a preguntas imposibles, fantasear con ellas En cierta manera ha sido una forma de terapia.
Llevo escribiendo desde hace muchos años. Esta no es mi primera novela. De hecho tampoco es la última. Al principio intenté publicarlas, pero visto lo difícil y complejo que es el mundo editorial, más para alguien que vive fuera del país, decidí abandonar y dedicarme a escribir. Para mí la escritura es una necesidad.
¿De qué trata Los sueños de la memoria?
Como bien decía un crítico Los sueños de la memoria es una novela que intenta adentrarse en lo más profundo del alma humana a través de un personaje complejo, con múltiples e interesantes matices, en busca de redención y para lo que contará con la ayuda de alguien que se convertirá en su alma gemela, junto a quien descubrirá que la vida es como una obsesión y “que siempre está esperando en la esquina siguiente, pero nunca sabes con qué sorpresa”.
Es además un libro con una gran componente de intriga, con un montón de frentes abiertos, una infidelidad, una paternidad falsa, un trauma del pasado.
La vida nos enseña que los caminos que la transitan son enrevesados o cuando menos inesperados. La mayoría de las situaciones que nos toca vivir nos vienen dadas, sólo un porcentaje muy pequeño de ellas son productos de la voluntad. Tardamos mucho en darnos cuenta de ello y desde mi experiencia solo se consigue a través de las equivocaciones. En la novela he intentado narrar la caída a los infiernos de una persona que toma una serie de decisiones equivocadas, pero también es un libro que muestra que sólo desde el error se puede aprender a entender la vida y crecer.
¿En qué género enmarcarías Los sueños de la memoria y a qué público va dirigida?
Es muy difícil enmarcar la novela en un género específico. Es una mezcla de muchos géneros. De hecho cuando decidimos poner en la sinopsis que era una mezcla de thriller y novela psicológica pensé que me quedaba corto.
Nunca pensé en a qué público le podría gustar. Simplemente la escribí porque necesitaba hacerlo. A veces me da la sensación de que escribo para sentirme vivo.
La idea surgió como me suele pasar siempre, con la imagen de la primera escena. Cuando comencé a escribir no tenía claro qué era lo que quería hacer. Llevo escribiendo muchos años. Ciertamente cada novela me cuesta un tremendo esfuerzo ya que soy muy lento escribiendo y además me suele gustar demasiado corregir. Paso más tiempo corrigiendo que escribiendo.
Algunos lectores califican a tu protagonista Martín como un antihéroe por algunas de las decisiones que toma a lo largo de la novela ¿Estás de acuerdo con eso? ¿Fue esa tu intención desde un principio?
Martín es un hombre que descubre en un momento dado que la vida que ha estado viviendo era falsa, una mentira. Nada era lo que parecía, todos escondían algo, incluso él se escondía cosas a sí mismo. Esto, de alguna manera, nos pasa a todos. Un día te levantas por la mañana y te preguntas quién eres, qué rayos haces en ese lugar, qué es lo que realmente buscas. Y cuando uno se hace esa pregunta, es inevitable sumergirse en el caos de la existencia y esto es lo que le pasa a Martín.
Es una novela con muchas reflexiones, ya que también es un viaje introspectivo al mundo interior del protagonista, donde se descubren todas las contradicciones que oculta el ser humano, que ocultamos todos y que necesitamos traer a la luz para congraciarnos con la vida.
El viaje se convertirá en un retorno a su pasado que irá desvelando los secretos enterrados durante mucho tiempo, tanto en su vida como en la de su familia, y solo a través de éste encontrar la añorada paz.
¿Cómo surgió la idea de escribir Los sueños de la memoria? ¿Llevas muchos años con este proyecto?
Más que cómo, la pregunta sería por qué. Sentía la necesidad de escribir sobre la posibilidad de la redención en el ser humano. Sobre si somos o no capaces de evolucionar, de transformar nuestras vidas o mejor dicho, de cambiar nuestra actitud ante ella. En el fondo, nos pasamos mucho tiempo intentando cambiar el mundo o las cosas que no nos gustan de nosotros mismos, cuando la clave está en la actitud que tomamos ante lo que no nos gusta. El 80% de las situaciones a las que tenemos que enfrentarnos en la vida no las elegimos, nuestra vida pues depende más de la actitud que tomamos ante lo que nos sucede, que de lo que realmente sucede.
El protagonista de Los sueños de la memoria ¿sufre algún choque cultural al encontrarse en América o por tu experiencia nuestros modos de vida no difieren mucho?
Desde muy pequeños nos hemos familiarizado con el estilo de vida americano, de hecho de alguna manera se ha colado en nuestro subconsciente colectivo y se ha adueñado de parte de nuestra manera de ver y pensar; lo queramos o no es parte de nuestra cultura
Pero sí existen grandes diferencias. Una que envidio mucho, por ejemplo, es la disposición para el cambio, o como se entienden y aceptan aquí lo errores En EEUU se fomenta desde muy temprana edad asumir riesgos en la vida profesional y personal, es normal cambiar de profesión, de modo de vida, de trabajo las equivocaciones se toman como oportunidades para aprender.
Eso se echa en falta en España, donde el miedo circula por la sangre de casi todos y nos atenaza. A mí me maravilla ver aquí cómo responden los padres ante los errores de sus hijos, dándoles la enhorabuena por intentarlo, alimentando su autoestima.
A Federico García Lorca su viaje a Nueva York lo marcó mucho, ¿crees que Nueva York es una ciudad ideal para cualquier escritor en busca de inspiración?
Viví cuatro años en los noventa y cuando volví pude comprobar cómo había cambiado la ciudad. Su dinamismo, el hecho de atraer a gente tan variopinta la hace única, pero tras las primeras imágenes y los típicos clichés es una ciudad dura, muy competitiva, solitaria, que esconde mucha miseria aunque también grandeza; lo mejor y lo peor del ser humano. A mí me ha influido como persona puesto que me ha permitido ver lo diferentes que podemos ser y a la vez lo parecidos. No te sabría decir cómo ha influido sobre el escritor, pero sí, seguro que ha tenido su influencia.
Pero hay otra vida más allá del espejismo y la opulencia de Manhattan. Brooklyn es otra cosa. Cada vez me apasiona más el barrio en el que vivo, su gente, las miles de novelas que se esconden en cada esquina, sus misterios y secretos, la mezcla de culturas, sus rincones.
Es una ciudad que para bien o para mal elimina las raíces de la gente, y nos permite ver que estas muchas veces son una ilusión con la que pretendemos encontrar una seguridad en la vida.
Eres licenciado en Filosofía y Economía ¿pensaste alguna vez que serías también escritor? ¿Siempre quisiste dedicarte a escribir?
Antes de comenzar con la filosofía había leído todo lo que se podía leer de los grandes escritores rusos. El hecho de leerlos me acercó a la filosofía, ya que su literatura es quizá la más metafísica de todas. Fueron ellos quienes me empujaron en mi juventud a la escritura y también a la filosofía.
Como ya he dicho mi vida ha sido siempre un cúmulo de preguntas sin respuesta. Esta imposibilidad de encontrar esas respuestas me empujo desde pequeño hacia la filosofía y la literatura.
Mi idea de lo que literatura debe buscar no es sólo entretenimiento; debería ayudar a aprender a conocer el mundo en el que vivimos, al ser humano, nuestras contradicciones, vilezas y grandezas. Con razón decía Nietzsche que la persona que le había enseñado más de psicología había sido Dostoievski. La literatura debe conectarnos con lo más profundo del alma humana. En los grandes personajes de la literatura nos podemos sentir de alguna manera reflejados, porque nos muestra al hombre universal del que todos de alguna manera participamos.
¿Qué tuviste que hacer para escribir Los sueños de la memoria y verla publicada por una editorial como Ediciones Pàmies?
Ya lo dije antes pero la escritura para mí ha sido siempre como una obsesión. Muchas veces creo que escribo para saber que estoy vivo. Pero con más o menos suerte siempre he intentado dominar esta obsesión y que ella no me domine, por eso he procurado compaginarlo lo mejor que he podido con mi vida familiar... es decir en román paladino: siempre me ha tocado escribir de madrugada...
Después de muchos intentos infructuosos, hace años que decidí no volver a intentar publicar mi novela. Notaba que cada intento me suponía una mayor frustración. A mí lo que siempre me ha gustado y gustará es escribir, nunca he sido un agente de ventas o de marketing. Gracias a esta decisión, la de no buscar publicar, me he permitido escribir con mucha mayor libertad, buscando lo que en el fondo quería trasmitir, sin pensar si podía o no gustar
Al final publiqué gracias a mi mujer, que es una gran traductora de novela negra. Un día le pasó mi novela a su editor, le encantó y quiso publicarla.
De todos modos la novela la escribí hace más de diez años. No es ni la primera ni la última que he escrito.
Actualmente vives en Nueva York, me imagino que es por eso que parte de la novela se ambienta en dicha ciudad ¿Los sueños de la memoria está también a la venta en los Estados Unidos o solo en España? ¿Y si no es así tienes pensado expandirte al mercado norteamericano?
Jaja tendré que esperar a que mi mujer trabaje para una editorial americana para intentarlo. Si el mercado español es difícil, el mercado en español en EEUU lo es en mucha mayor medida.
Me gustaría poder vender mi novela en este país, pero de momento lo veo difícil.
¿Cuáles son tus autores predilectos y cómo han influido en ti?
Yo en otra vida debí de ser ruso puesto que leí antes la obra de Tolstoi, de Gorki o de Gogol que la de Galdos, escritor a quien admiro mucho.
Creo que durante mi vida he leído mucho, lo suficiente como para desarrollar un gusto muy ecléctico. Puedo apreciar y que me guste cualquier tipo de literatura que sea capaz de mostrar la profundidad del alma humana, todos sus recovecos, miserias y grandezas.
¿Tienes pensada publicar alguna continuación de Los sueños de la memoria o ya estás trabajando en nuevos proyectos?
Tengo escrito alguna novela más y un libro de cuentos. Uno de estos días haré una última corrección de una de ellas, en la que además participa algún personaje de Los sueños de la memoria. Narra la historia de tres mujeres fascinantes que tienen que pasar por una terrible experiencia que les marcará definitivamente, una historia basada en hechos reales.
Empieza cuando una joven es detenida, en la década de los cincuenta, acusada de ser cómplice de sus padres en el expolio de los tesoros de un galeón español frente a las costas de Cádiz. Veinte años después, Andrés descubre por casualidad un extraño libro en Nueva York: una biografía de esta mujer que fue su amante. Así se pasa la noche entera leyendo el libro. La novela salta entonces a un nuevo plano donde la biografía de esta mujer se transforma en la propia novela. Andrés descubre así lo que nunca supo: la misteriosa vida de esta joven, hija de unos buscadores de tesoros submarinos, que vivió en los lugares más insospechados del planeta. Además averigua aterrado no solo el gran misterio que esconde esa familia sino que tuvo una hija con esta mujer.
Perplejo por una noticia que no termina de creerse continua leyendo el libro. En un constante ir y venir de un plano temporal a otro, el lector descubre más elementos de la vida de esta misteriosa mujer, de su madre y de su hija, mientras intenta huir de unos mafiosos que le persiguen por toda la ciudad de Nueva York.
Otra novela, creo y espero apasionante.
¿Dónde podemos adquirir Los sueños de la memoria?
En casi todas las grandes superficies y librerías, además de en Amazon.
Por último, ¿qué le dirías a nuestros lectores para que se animen a leer Los sueños de la memoria?
Es una novela para quien le guste la intriga de una novela negra o de misterio y la psicología. Además de tener un intrincado argumento, busca mostrar la psicología de una persona que desea saber quién es y lo que pasó muchos años antes en su familia. Un hombre que deberá buscar en el pasado las respuestas que lleva añorando desde hace mucho tiempo. Mientras, se van sucediendo a su alrededor todo tipo de situaciones que le alejan de su objetivo y ponen en riesgo su propia vida.
Es una novela sobre la falacia de la libertad humana, sobre el terrible vacío que deja a su paso; una novela sobre la memoria y el paso del tiempo, sobre las sombras del pasado; y todo ello sepultado bajo un desconcertante e inesperado final.
Juan P. Vidal