
El ateniense
"—El ateniense debe morir.
Una
helada ráfaga de murmullos barrió la corte de Farnabazo, sátrapa de
Frigia. El persa, desde su trono de oro, coronado por la efigie de Ahura Mazda, hizo lo posible por parecer calmado, aunque no pudo evitar alzar la mano con brusquedad. Se hizo el silencio, aunque eso no evitó que la sentencia del espartano quedara suspendida en el aire, enroscada en las altas columnas,...