Harriet
Me sobrecoge más cualquier historia de fantasmas y hechos inexplicables, aquellos que sí tienen explicación y que provienen del lado más oscuro de la naturaleza humana. El crimen y sus criminales, así como sus maldades, sí que me inspiran el mayor de los temores.
Hacía tiempo que quería leer Harriet de la escritora británica Elizabeth Jenkins que, con éste su segundo libro, obtuvo una gran notoriedad en su época. Jenkins no necesitó inventar ninguna historia de terror para sobrecoger a sus lectores, le bastó con remitirse a los hechos reales.
Harriet era una mujer de treinta y dos años heredera de una inmensa fortuna, muy querida por su madre y a la que nunca le faltó de nada. Sin embargo, Harriet era todo inocencia, ya que sufría algún padecimiento psíquico que la hacía incapaz de cuidar de sí misma y vivir en su propio mundo. Gracias a sus modales y educación podía llevar una vida normal, pero sus carencias psíquicas saltaban a la vista. Un día la feliz existencia de Harriet se ve truncada al conocer al sinvergüenza de Lewis Oman, un caradura sin oficio ni beneficio que ve en ella un modo muy lucrativo de vida. Aprovechándose de las limitaciones de Harriet, la enamora y embauca para que se casen. A partir de ese instante, comienza la pesadilla de Harriet y lo que hizo que el nombre de esta rica heredera pasara a la posteridad.
Nos hallamos ante un libro magnífico que, a su inicio, nos recuerda a una novela rosa exquisita y que, poco a poco, se torna en una historia de malos tratos, abusos, codicia y pura maldad, una historia terrorífica porque fue cierta. Jenkins nos narra las desgracias de Harriet con todo lujo de detalles, a modo de novela y no como una crónica periodística, así que logra zambullirnos de lleno en la trama como si de una obra de ficción se tratase. Al final de la misma, viene un anexo donde se despeja cualquier duda que nos quede acerca del relato. Allí se nos relatan hechos sobre la terrible historia de Harriet que se supieron mucho después de que se publicara este libro, de modo que los lectores nos quedamos bien informados de los hechos tal y como realmente acontecieron.
Nos hallamos ante un libro magnífico que, a su inicio, nos recuerda a una novela rosa exquisita y que, poco a poco, se torna en una historia de malos tratos, abusos, codicia y pura maldad, una historia terrorífica porque fue cierta. Jenkins nos narra las desgracias de Harriet con todo lujo de detalles, a modo de novela y no como una crónica periodística, así que logra zambullirnos de lleno en la trama como si de una obra de ficción se tratase. Al final de la misma, viene un anexo donde se despeja cualquier duda que nos quede acerca del relato. Allí se nos relatan hechos sobre la terrible historia de Harriet que se supieron mucho después de que se publicara este libro, de modo que los lectores nos quedamos bien informados de los hechos tal y como realmente acontecieron.
La auténtica Harriet |
Título: Harriet
Autor: Elizabeth Jenkins
Traducción por: Catalina Martínez Muñoz
Género: No ficción
Editorial: Alba Editorial
Formato: Papel
Páginas: 336
Precio: 19,50 € (Papel)
ISBN: 978-84-15973-83-6
Argumento: «Una pequeña obra maestra» Rachel Cook, The Observer
Esta novela, escrita en 1934 y un éxito de ventas en su día, reconstruye el llamado «misterio de Penge», que estremeció a la sociedad victoriana de 1877. Harriet es una mujer de treinta y dos años, elegante y adinerada, ya en posesión de su propia herencia; pero es también lo que «los vecinos del pueblo» de donde procede su madre llaman «tontita». Esta alma cándida y simple conoce un día, mientras pasa una temporada en casa de unos parientes pobres, a Lewis Oman, empleado en una casa de subastas, el cual no tarda en pedir su mano. «Las mujeres me encuentran atractivo», le dice a la madre de Harriet, que solo ve en él a un vulgar cazafortunas y que trata por todos los medios de impedir la boda. Sin embargo, ésta se celebra… y Harriet, a merced de su marido y de la familia de éste, entra en una pesadilla que nadie habría sido capaz de imaginar.
Lo inimaginable es, ciertamente, el tema de Harriet, una novela que empieza como Washington Square y termina como Luz de gas. Elizabeth Jenkins compone una brillante historia de seducción y engaño que progresa como una novela de horror, con un suspense casi irrespirable.