
DOMINGO, 31 DE AGOSTO DE 2014
Drácula, la leyenda
jamás contada
Afortunadamente nunca en mi vida he tenido que decapitar, quemar o clavarle una estaca en el corazón a ningún ser con alergia al sol, intolerancia al ajo, fobia a los espejos, fetichismo por los cuellos, de protuberantes caninos, tez pálida y ascendencia de algún país del este de Europa, incapaz de separarse de una caja de madera con tierra en su interior. ¿Adivináis de quién...