SÁBADO, 21 DE MAYO DE 2017
Un asesino en escena
Gracias a Ediciones Siruela he podido sumergirme en otro nuevo caso del inspector Alleyn, del que os hablé por primera vez en mi reseña de Un hombre muerto de Ngaio Marsh (reseña), también publicado por Siruela.
En Un asesino en escena, lo que tendría que haber sido una agradable velada en el teatro se convierte en una nueva investigación de asesinato para el inspector de Scottland Yard Roderick Alleyn. Invitado por su amigo el periodista Nigel Bathgate, el inspector acude al teatro Unicorn para asistir a la función de La rata y el castor. En la escena final, uno de los actores recibe un disparo mortal con un arma de atrezo. Lívidos y claramente consternados, el resto de actores continúa con la escena. Ajenos al crimen, el público estalla en aplausos, siendo Alleyn y Nigel los únicos que se han percatado de lo sucedido.
Aquí comienza un crimen lleno de enredos, donde varios de los actores y ayudantes, así como un hombre muy poderoso, podrían tener un buen motivo para liquidar a la víctima. El muerto, además, era un ser infame que estaba metido en asuntos turbios. No os quiero revelar la identidad del fallecido. La autora juega al principio un poco al despiste sobre quién será la víctima y no quiero chafároslo.
En Un asesino en escena, el inspector jefe Alleyn cobra mayor protagonismo, así como los inspectores Fox y Bailey, que suelen acompañarle en sus investigaciones. También Nigel se hace hueco en la investigación, y cual Watson, ayuda al inspector a esclarecer la verdad. En este caso, tanto Alleyn como Nigel sufrirán graves dilemas morales ya que, sobre todo, éste último se verá emocionalmente muy involucrado.
Por primera vez, el correctísimo Alleyn flaqueará por culpa de una mujer, la seductora actriz Stephanie Vaughan, cuya culpabilidad o inocencia es aún una incógnita para él. Un pariente del muerto, involucrado en asuntos turbios, podría estar también haber tenido motivos, así como dos hombres que podrían haber sucumbido a los celos tras saber que la víctima molestaba a sus novias.
La novela está exquisitamente escrita y me ha atrapado con su habitual estilo de ir "sin prisas pero sin pausas" a lo largo de toda la trama. Una cosa que me encanta de Ngaio Marsh, es que no resulta nada fácil al lector destapar al asesino, y que junto con Alleyn y Nigel asistimos a multitud de giros inesperados que nos hacen replantearnos nuestras propias pesquisas.
Ngaio Marsh, una gran novelista, se movía también en el mundo del teatro como pez en el agua. En Un asesino en escena une ambos mundos a la perfección y nos presenta un misterio perfecto y sumamente entretenido.
No os perdáis los otros títulos rescatados por Ediciones Siruela: Un hombre muerto (reseña) también de Ngaio Marsh, Muerte de un aviador (reseña) de Christopher St. John Sprigg, Muerte en la rectoría de Michael Innes (reseña), Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon (reseña) y, dos nuevos títulos, Una dirección equivocada de Elizabeth Daly y La muerte espera en Herons Park de Christianna Brand.
Ediciones Siruela está publicando esta gran colección policíaca en pasta dura, papel de gran calidad y escogiendo portadas preciosas, muy acordes con las tramas. Cuida los detalles al máximo. ¡Mil gracias a la editorial por el ejemplar!
Título: Un asesino en escena
Autor: Ngaio Marsh
Género: Novela negra
Editorial: Siruela
Formato: Papel y Digital
ISBN: 978-84-16964-21-5
Páginas: 224
Precio: 19,95 € (Papel) y 9,99 € (Digital)
Argumento: Ngaio Marsh, quien además de como novelista obtuvo también un merecido reconocimiento por su labor como directora escénica, fusionó de manera magistral ambas pasiones en Un asesino en escena, una de sus más logradas creaciones.
Ya desde el propio título, el escenario de la acción queda perfectamente enmarcado: el asesinato que tendrá que investigar el infatigable detective Roderick Alleyn, que por casualidad se cuenta entre el público, tiene lugar durante la representación de una obra dramática. Cuando, en plena función, un arma de atrezo dispara una bala real, las tablas del teatro Unicorn se convertirán de pronto en la inesperada escena de un crimen. La víctima: un actor mediocre que trataba de alcanzar el estrellato mediante el soborno. Los sospechosos: varias de las víctimas de sus chantajes y dos recelosas compañeras sentimentales. Todos los elementos necesarios para arrellanarse cómodamente en la butaca y averiguar cómo acabará la función...
"Jacob Saint estaba sentado en su silla ultramoderna tras su ultramoderno escritorio. Una lámpara cubista le iluminaba los prietos pliegues de grasa de la nuca. Los músculos de la espalda se dibujaban en su chaqueta de cuadros grises. No miró a Surbonadier. Sobre su cabeza rosada caracolearon volutas del humo del cigarro."
Fragmento de Un asesino en escena de Ngaio Marsh
En Un asesino en escena, lo que tendría que haber sido una agradable velada en el teatro se convierte en una nueva investigación de asesinato para el inspector de Scottland Yard Roderick Alleyn. Invitado por su amigo el periodista Nigel Bathgate, el inspector acude al teatro Unicorn para asistir a la función de La rata y el castor. En la escena final, uno de los actores recibe un disparo mortal con un arma de atrezo. Lívidos y claramente consternados, el resto de actores continúa con la escena. Ajenos al crimen, el público estalla en aplausos, siendo Alleyn y Nigel los únicos que se han percatado de lo sucedido.
En Un asesino en escena, el inspector jefe Alleyn cobra mayor protagonismo, así como los inspectores Fox y Bailey, que suelen acompañarle en sus investigaciones. También Nigel se hace hueco en la investigación, y cual Watson, ayuda al inspector a esclarecer la verdad. En este caso, tanto Alleyn como Nigel sufrirán graves dilemas morales ya que, sobre todo, éste último se verá emocionalmente muy involucrado.
Por primera vez, el correctísimo Alleyn flaqueará por culpa de una mujer, la seductora actriz Stephanie Vaughan, cuya culpabilidad o inocencia es aún una incógnita para él. Un pariente del muerto, involucrado en asuntos turbios, podría estar también haber tenido motivos, así como dos hombres que podrían haber sucumbido a los celos tras saber que la víctima molestaba a sus novias.
La novela está exquisitamente escrita y me ha atrapado con su habitual estilo de ir "sin prisas pero sin pausas" a lo largo de toda la trama. Una cosa que me encanta de Ngaio Marsh, es que no resulta nada fácil al lector destapar al asesino, y que junto con Alleyn y Nigel asistimos a multitud de giros inesperados que nos hacen replantearnos nuestras propias pesquisas.
Ngaio Marsh, una gran novelista, se movía también en el mundo del teatro como pez en el agua. En Un asesino en escena une ambos mundos a la perfección y nos presenta un misterio perfecto y sumamente entretenido.
No os perdáis los otros títulos rescatados por Ediciones Siruela: Un hombre muerto (reseña) también de Ngaio Marsh, Muerte de un aviador (reseña) de Christopher St. John Sprigg, Muerte en la rectoría de Michael Innes (reseña), Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon (reseña) y, dos nuevos títulos, Una dirección equivocada de Elizabeth Daly y La muerte espera en Herons Park de Christianna Brand.
Ediciones Siruela está publicando esta gran colección policíaca en pasta dura, papel de gran calidad y escogiendo portadas preciosas, muy acordes con las tramas. Cuida los detalles al máximo. ¡Mil gracias a la editorial por el ejemplar!
Título: Un asesino en escena
Autor: Ngaio Marsh
Género: Novela negra
Editorial: Siruela
Formato: Papel y Digital
ISBN: 978-84-16964-21-5
Páginas: 224
Precio: 19,95 € (Papel) y 9,99 € (Digital)
Argumento: Ngaio Marsh, quien además de como novelista obtuvo también un merecido reconocimiento por su labor como directora escénica, fusionó de manera magistral ambas pasiones en Un asesino en escena, una de sus más logradas creaciones.
Ya desde el propio título, el escenario de la acción queda perfectamente enmarcado: el asesinato que tendrá que investigar el infatigable detective Roderick Alleyn, que por casualidad se cuenta entre el público, tiene lugar durante la representación de una obra dramática. Cuando, en plena función, un arma de atrezo dispara una bala real, las tablas del teatro Unicorn se convertirán de pronto en la inesperada escena de un crimen. La víctima: un actor mediocre que trataba de alcanzar el estrellato mediante el soborno. Los sospechosos: varias de las víctimas de sus chantajes y dos recelosas compañeras sentimentales. Todos los elementos necesarios para arrellanarse cómodamente en la butaca y averiguar cómo acabará la función...
Qué buena reseña! Y con qué ganitas me dejas! Apuntadito me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Margari!! Es una gran novela de misterio, me alegra haberte despertado el apetito lector con la reseña. Muchísimas gracias por pasarte y por tu comentario!! Besos!!
EliminarHola!
ResponderEliminarLa verda que le estoy cogiendo el gusto a este tipo de género, ya que hace poco leí uno y consiguen atrapar, a parte ya que en la reseña no digas quién es la víctima me ha dejado con mucha intriga, así que lo anoto para leer.
Besos!
Hola Esther!! A mí me ha ocurrido igual, cuantas más novelas de este género leo más de ellas quiero leer. Espero que puedas averiguar muy pronto quién es la víctima y su asesino (otra incógnita muy bien oculta por la autora). Muchísimas gracias por pasarte y por tu comentario!! Besos!!
EliminarLo tengo en la estantería así que te leo de medio lado... jajaja.
ResponderEliminarUna colección fantástica de Siruela.
¡Besote!
Hola Inquilinas de Netherfield!! Pues espero que puedas leértelo pronto, me ha encantado. Desde luego, una colección maravillosa. Muchísimas gracias por pasarte y por tu comentario!! Besos!!
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