LUNES, 20 DE OCTUBRE DE 2014
Historita estúpida de
la literatura
Ya vienen los reyes por aquel camino y le
traen al niño sopitas de vino.
Aquí la memez ya
ofende, por varias razones. No hay que dar alcohol a los niños, pero mucho
menos en sopa. Seguro que su madre le podría haber hecho una sopa mejor que la
que le trajeran los reyes, hecha vaya usted a saber cuándo, en medio del
desierto. Y que le llegaría fría. Una verdadera porquería, vamos. Y el niño se
la tendría que tomar para no ofenderles.
Fragmento de Historia estúpida de la literatura de Enrique Gallud Jardiel
No es difícil ser escritor e incluso llegar a publicar un libro, lo realmente difícil es ser recordado. ¿Pero se puede estar seguro de que todos los que pasan a la posteridad como grandes clásicos de la literatura lo son de veras? ¿Quiénes deciden que una novela es la obra maestra de su tiempo? ¿Sus lectores o la crítica de los expertos? ¿Pueden las palabras de un hombre "erudito de la lengua" ser suficientes para que una historia de dudosa calidad sea un clásico?
Hace meses me llegó el e-mail de un escritor que me ofrecía su última novela, una en la que no se contaba una historia, sino en la que se le otorgaba al lector una vuelta de tuerca, un revulsivo, una nueva forma de ver y leer la literatura.
A modo de la más mordaz e inteligente de las sátiras, Enrique Gallud Jardiel (si pincháis en su nombre podréis leer la entrevista que nos concedió) en su libro Historia estúpida de la literatura , le pega un buen repaso a los grandes autores y a sus obras, arremete contra todos los géneros y no deja títere con cabeza. Con un gran bagaje académico y literario, el nieto de Enrique Jardiel Poncela, desmitifica a muchos escritores cuyas obras son hoy día el orgullo de nuestra nación.
Historia estúpida de la literatura no es un libro que trate de enseñarnos o que pretenda ser un sustituto de un libro de texto. Como lector no solo se disfruta de un humor muy fino e inteligente, alejado de toda vulgaridad y del chiste fácil, sino que además, se aprende sin ser ese su objetivo. Consiste en una valiente y atrevida reflexión sobre la literatura, dándonos un punto de vista distinto y, en mi humilde opinión, más acertada. En verdad lo que su autor pretende es plasmar sus opiniones y experiencias como escritor y como lector.
Denuncia el inmerecido prestigio de ciertos escritores y sus obras, frente a la genialidad literaria ignorada por la mayoría de otros que no tuvieron tanta suerte, se mete con los elitismos de los académicos y expone las ridiculeces, en prosa o en verso, cometidas por aquellos en teoría tan ilustres. Aunque admirador de muchos escritores a los que critica, no deja que esto nuble su juicio ni altere su opinión sincera sobre aspectos que, yo misma sin saber tanto como sabe él de literatura, he podido comprobar como lectora.
Es un libro que debería encontrarse en las estanterías de todos aquellos que deseen, no solo disfrutar de una lectura inteligente y de calidad, sino que quieran saber más sobre la historia de la literatura y sobre su propia cultura. Enrique Gallud Jardiel presta especial atención a la literatura con mayúsculas pero también dedica su propio espacio a la cultura popular, a través del análisis de villancicos y demás textos de carácter más mundano.
Estoy convencida de que habría muchas más personas lectoras en nuestra país si los programas educativos de los profesores de lengua no se empeñasen en atiborrar a los jóvenes de colegio e instituto con clásicos soporíferos y dificultosos de leer y, muchas veces, hasta de entender. Durante mi propio paso por todos esos cursos de lengua, que agradezco haber dejado atrás, he tenido que leer muchos libros de autores de otros siglos adaptados, sino más bien traducidos, por la imposibilidad de entenderlos hoy en el castellano de su tiempo. Sus tramas siempre me resultaron pobres y decadentes, pero afortunadamente yo ya había leído otros escritores que si merecían convertirse en clásicos, impidiendo que tan malas experiencias me hicieran perderme un hábito tan gratificante como es la lectura.
Volviendo a Historia estúpida de la literatura solo cabe decir que de estúpida tiene poco, que es inteligente, atrevida, sumamente divertida, reflexiva y extremadamente recomendable.
Muchas gracias Enrique por permitir leer tu obra, que no sé si se convertirá en un clásico, pero que espero tenga mucho éxito.
Título: Historia estúpida de la literatura
Historia estúpida de la literatura no es un libro que trate de enseñarnos o que pretenda ser un sustituto de un libro de texto. Como lector no solo se disfruta de un humor muy fino e inteligente, alejado de toda vulgaridad y del chiste fácil, sino que además, se aprende sin ser ese su objetivo. Consiste en una valiente y atrevida reflexión sobre la literatura, dándonos un punto de vista distinto y, en mi humilde opinión, más acertada. En verdad lo que su autor pretende es plasmar sus opiniones y experiencias como escritor y como lector.
Denuncia el inmerecido prestigio de ciertos escritores y sus obras, frente a la genialidad literaria ignorada por la mayoría de otros que no tuvieron tanta suerte, se mete con los elitismos de los académicos y expone las ridiculeces, en prosa o en verso, cometidas por aquellos en teoría tan ilustres. Aunque admirador de muchos escritores a los que critica, no deja que esto nuble su juicio ni altere su opinión sincera sobre aspectos que, yo misma sin saber tanto como sabe él de literatura, he podido comprobar como lectora.
Es un libro que debería encontrarse en las estanterías de todos aquellos que deseen, no solo disfrutar de una lectura inteligente y de calidad, sino que quieran saber más sobre la historia de la literatura y sobre su propia cultura. Enrique Gallud Jardiel presta especial atención a la literatura con mayúsculas pero también dedica su propio espacio a la cultura popular, a través del análisis de villancicos y demás textos de carácter más mundano.
Estoy convencida de que habría muchas más personas lectoras en nuestra país si los programas educativos de los profesores de lengua no se empeñasen en atiborrar a los jóvenes de colegio e instituto con clásicos soporíferos y dificultosos de leer y, muchas veces, hasta de entender. Durante mi propio paso por todos esos cursos de lengua, que agradezco haber dejado atrás, he tenido que leer muchos libros de autores de otros siglos adaptados, sino más bien traducidos, por la imposibilidad de entenderlos hoy en el castellano de su tiempo. Sus tramas siempre me resultaron pobres y decadentes, pero afortunadamente yo ya había leído otros escritores que si merecían convertirse en clásicos, impidiendo que tan malas experiencias me hicieran perderme un hábito tan gratificante como es la lectura.
Volviendo a Historia estúpida de la literatura solo cabe decir que de estúpida tiene poco, que es inteligente, atrevida, sumamente divertida, reflexiva y extremadamente recomendable.
Muchas gracias Enrique por permitir leer tu obra, que no sé si se convertirá en un clásico, pero que espero tenga mucho éxito.
Título: Historia estúpida de la literatura
Autor: Enrique Gallud Jardiel
Editorial: Editorial Renacimiento
Colección: Espuela de Plata. Los Humoristas.
Género: ficción, humor
Año: 2014
ISBN: 978-84-15177-99-9
Formato: papel / ebook 15x21 cm
Páginas: 216
Precio: 15,20 €
Argumento: Esta Historia de la literatura no es en absoluto más estúpida que otras muchas reputadas que hay por ahí. Pero sí es bastante más cómica, pues incluye artículos burlescos sobre literatura, versos imitativos, falsas reseñas de libros, textos apócrifos, parodias teatrales, burla de los talleres de escritura y otras cosas sorprendentes. El libro pone en solfa a los autores pelmazos, a los libros infumables, a los clásicos soporíferos, a la preceptiva académica, a los estudios pedantes, a las investigaciones absurdas y a otros aspectos de ese negocio del que comen los libreros y al que muchos se empeñan tontamente en definir como arte literario.
Creo que este libro me gustará mucho, si hace críticas a lo que son clásicos que sean inteligentes sin duda estará bien. Un beso :)
ResponderEliminarDesde luego no te defraudará. Muchas gracias por pasarte y dejar tu opinión. Besos!!!!
EliminarNo sé si como lectura me gustaría (¿es una especie de ensayo humorístico?), pero el tema que trata me parece muy interesante; el por qué hay libros que son considerados clásicos u obras maestras es algo que no entiendo bien cómo se determina, la verdad. Ya no porque sean más o menos aburridos, sino porque estén mejor o peor escritos. He leído libros de autores a los que no publican que me parecen verdaderas obras maestras (lo cual no deja de ser algo personal). Y creo que los que llegan a ese nivel son los menos (ya que hoy en día todo el mundo escribe), pero los hay, y no entiendo por qué no pueden compararse con autores tradicionalmente considerados "clásicos" o "imprescindibles".
ResponderEliminarCambiando de tema, no tengo ningún libro de esa editorial pero me encantan sus ediciones tan coloridas.
¡Besos!
Tienes razón en eso de que hay autores desconocidos que pudieran estar a la misma altura de otros considerados clásicos. Y yo tampoco tenía ningún libro de esta editorial, coloridas son desde luego sus portadas. Muchas gracias por tu comentario Caminante y por pasarte por aquí. Besos!!!!
EliminarA ver cuándo me animo a leerlo, que por lo que cuentas, estoy segura que me va a gustar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Seguro que te gusta mucho Margari y que encuentras partes muy curiosas como me pasó a mí. Muchas gracias por pasarte y comentar siempre. Besos!!!!
EliminarDesde que lo vi lo tengo en mente a ver si se cruza en mi camino un día de estos
ResponderEliminarTe lo recomiendo, ojalá puedas hacerte con él. Muchas gracias por pasarte y comentar Fesaro. Saludos!!!!
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