¿QUÉ HA SIDO ESO?: A mí no me mires que yo no sé poner voz de ultratumba

MARTES, 29 DE JULIO DE 2014

¿Qué ha sido eso?

Ningún cuervo poeriano llamó a mi puerta en mitad de la madrugada, ningún ave negruzca perturbó mi sueño y me atormentó con los más tristes recuerdos. No hallé en el umbral de mi casa un macabro regalo ni voces de ultratumba dijeron mi nombre entre las sombras. Un día recibí en la bandeja de entrada de mi correo electrónico un mensaje y en él se me proponía que me adentrara en veintiún historias, en veintiún relatos de terror de un género llamado pulp, y ensimismada en mi propia ignorancia me pregunté ¿género pulp qué?

Indagando por la red descubrí que el género pulp es “un término popular que hace referencia a un formato de encuadernación en rústica, barato y de consumo popular, de revistas especializadas en narraciones e historietas de diferentes géneros de la literatura de ficción. Las publicaciones contenían argumentos simples con grabados e impresiones artísticas que ilustraban el argumento de la narración, de manera similar a un cómic o una historieta. Dichas publicaciones aparecen durante el primer tercio del siglo XX y continúa su impresión hasta finales de la década de 1950” (Wikipedia). 

Ánima Barda, que es la revista editorial que ha publicado el libro de relatos ¿Qué ha sido eso?, recupera este género en el que se mezclan otros muchos como son la ciencia ficción, la novela de terror, la acción, el suspense, el romance y la fantasía y, entre estos, a veces se cuela el erotismo (más bien lascivo), normalmente referido a la figura de la mujer. 

Este último aspecto no me gusta porque, como mujer y ser humano, estoy harta de que se venda en todos los medios escritos y televisivos a las mujeres como si de un objeto se tratase. Reconozcamos que vivimos en un mundo de hombres donde todos los medios son manejados, precisamente, por hombres y como tales nos venden su visión de la mujer, que no siempre es demasiado progresista. 

Todos los anuncios de gel de baño son protagonizados por jóvenes mujeres que insinúan su desnudez (¿qué pasa que los hombres no usan gel al ducharse?). En el cine casi la totalidad de los desnudos son de actrices, no digo con ello que ahora se tengan que desnudar todos los actores por razones de "igualdad", yo personalmente no tengo interés en ver interpretaciones tan "detalladas" por parte de ninguno ya sea hombre o mujer. Sin embargo, me pregunto ¿por qué esa fijación por parte de los directores de despojar a sus actrices de la ropa? ¿Por quién lo hacen? Por mí desde luego que no, imagino que con ello desean atraer a todo el público masculino para hacer más taquilla. 

Tampoco me cabe en la cabeza esas mujeres que tienen la mentalidad de que ser iguales significa rebajarse al nivel del estereotipo machista, es decir, copiar todo mal hábito y conducta del hombre y llevarlo al extremo. Para mí el ser iguales es que tengamos las mismas oportunidades en la vida sin que medie discriminación de ninguna clase, que se nos respete como seres humanos (¡fuera cualquier clase de sometimiento!), que se nos pague el mismo sueldo, que jamás se nos ponga la mano encima, el no tener que soportar los típicos comentarios machistas o subidos de tono del imbécil de turno.... En definitiva, ser tan ser humano como el que más y que cuando nos miren no vean a una mujer sino a una persona. 

Siento haberme ido del tema de esta publicación (pero como mujer no puedo ignorarlo) y debo dejar claro que bajo ningún concepto estoy diciendo que Ánima Barda y sus autores defienda en su libro ¿Qué ha sido eso? ningún tipo de machismo, solo exponía mi opinión sobre la sociedad y este género literario.

Me leí ¿Qué ha sido eso? hace un mes y disfruté con su lectura. Hubo relatos que me gustaron mucho y otros que no me gustaron nada (Hermanas  de Cris Miguel). Varios de mis relatos preferidos los escribió J. R. Plana y Ramón Plana, aunque curiosamente mi preferido sin duda fue Con esas cosas no se juega que se me hizo a poco y que me hubiese encantado que prolongara algo más. Este relato va sobre la Ouija, antiguo juego de mesa del siglo XIX que todos conocemos, y que es muy peligroso, así que no seáis tonto y haced caso al título de este relato que tiene más razón que un santo. Para aquellos que tengáis interés dejo aquí debajo un fragmento de uno de los programas de radio de Milenio 3 de la Cadena Ser, en el que se cuenta la historia real de unas jóvenes asturianas que solo querían divertirse un rato con la Ouija (empezad a partir del minuto 13:49, no tiene pérdida).

En general, los relatos están muy bien escritos, usan un lenguaje claro, trasmiten misterio y son entretenidos, pero no son historias con grandes pretensiones solo buscan distraerte en los ratos muertos. En mi caso cumplieron con su función. Algunos me mantuvieron en vilo, otros me dejaron impávida, un par de ellos me desagradaron y otros cuántos me gustaron mucho. Escritos por autores muy diversos, es un libro que depende mucho del lector que los lea y de sus preferencias. Quizá otra persona los lea y le parezcan mejores o peores otros que a mí no me lo parecieron. De un modo u otro es un libro que para pasar el rato es muy recomendable, cuando te quieres dar cuenta ya te lo has leído. Además, Ánima Barda no ha querido que el precio del libro fuera un obstáculo para ningún lector.

Los propios autores dejan unas catorce divertidas razones por las que hay que comprar ¿Qué ha sido eso?:

1º-. Es barato.

2º-. Es ideal para sacarlo de casa, te cabe en un bolsillo del abrigo.

3º-. Es cortito, si no te gusta lo acabas pronto y a otra cosa.

4º-. No esta escrito en verso (¡De nada!).

5º-. No da tanto miedo, pero podrás chulearte de que sí, que da mucho, con quien no lo haya leído. Pero luego no se lo dejes, ¿eh?

6º-. Avivas la ilusión de gente que cree que igual sí se puede vivir de la escritura (déjales que tengan ilusión. Animalicos...).

7º-. ¿He dicho ya que es barato? Pues es barato.

8º-. Tiene un aire muy... pulp. Y eso mola.

9º-. Son solo 100 ejemplares en papel, es casi una edición deluxe exclusiva.

10º-. No hemos herido a ningún animal. De verdad.

11º-. Tampoco a ninguna especie alienígena. Solo a los autores, a los que hemos azotado para que escribieran más deprisa.

12º-. No te merece la pena pagar 20€ por una bazofia de libro que pesa un quintal. Para eso te llevas este, te ahorras un dinero y encima te ocupa poco.

13º-. Ayudas a la reproducción de otros libros como este. Oh, espera, ¿cómo que eso es malo?

14º-. Es muy divertido. ¡Cómpralo ya, leñe!

La revista Ánima Barda cuenta con muchos relatos y la mayoría pueden encontrarse en su página web, si deseáis leerlos solo tenéis que pinchar en el nombre de la revista.

Le quiero dar las gracias a Ánima Barda por permitirme leer estos relatos que tanto me han entretenido y por dejar que pueda sortear un ejemplar en digital de ¿Qué ha sido eso? entre vosotros mis lectores. 

Pues ya sabéis si queréis pasar miedo (a ratos), sentir la intriga y dejar que el misterio os envuelva leeros este curioso compendio de relatos y tal vez seáis capaces de responder a ¿Qué ha sido eso?.

Título: ¿Qué ha sido eso?

Autor(es): Varios (o) Carlos J. Eguren, Eleazar Herrera, Ana Nieto, Ramón Plana, Cris Miguel, J. R. Plana y la colaboración estelar de Charles Dickens.

Editorial: Pulpture – Ánima Barda

Género: Terror, antología, relatos

Páginas: 228

Formato: Tapa blanda

Dimensiones: 1.3 x 11.5 x 17.5 cm

Peso: 0.220 kg

Idioma: Español

Precio: 6,50€

Argumento: No es la oscuridad, ni tampoco la noche. Es lo que espera ahí fuera, agazapado. Espectros, demonios, seres de otros mundos y demás horrores de la cripta te aguardan entre las hojas de este libro. 21 relatos de terror y pesadilla de varios autores que te harán olvidarte de los problemas terrenales... para volver a mirar debajo de la cama.

Literatura al más puro estilo pulp, llena de acción y emociones fuertes, sin una gota de pretensiones o ínfulas de ningún tipo. Qué narices, ¡ni siquiera son buenos! Pero no te preocupes, servirán para el propósito: hacerte pasar un rato aterradoramente entretenido.

Pero no te preocupes servirán para el propósito: hacerte pasar un rato aterradoramente entretenido.