DIECIOCHO MESES Y UN DÍA: ¡Un thriller claustrofóbico!

JUEVES, 19 DE ABRIL DEL 2018

Dieciocho meses y un día

"En las interminables noches que pasaba encerrada en casa, viajaba sin salir de allí. Internet era su válvula de escape, su otro ventanal, su pasaporte a cualquier lugar del mundo, su club social, su charla con los amigos, el aire cuando se ahogaba. Su vida a través de la red se le antojaba mucho menos claustrofóbica que la real, aunque bastante más ficticia, para qué negarlo." 

Fragmento de Dieciocho meses y un día de Paz Castelló

Sentí mucha curiosidad por leer Dieciocho meses y un día de Paz Castelló, autora de la que no había leído nada, pero cuya trama llamó mucho mi interés. Su protagonista, Sabina, es una pintora de cuarenta y cinco años recluida en su apartamento desde que vio el asesinato de su mejor amiga a manos, presuntamente, de su aún marido pero del que pronto iba a separarse. Sabina sufre graves secuelas psicológicas de tan traumático suceso, lo que ha derivado en que desarrolle una fuerte agorafobia que la mantiene enclaustrada. Además, se añade la tragedia sufrida por su entonces novio, quien quedó casi vegetal tras un terrible accidente, lo cual terminó con su relación, pero es que éste vive justo debajo, así que tiene mucho trato con su cuidadora. También recibe muchas visitas de su mejor amigo Lucas y de su amante por dinero Dimitri, un joven al que dobla la edad.

http://spain.urbansketchers.org/2009/12/navidad-en-peniscola.html

Lo intrigante de la novela, es que el asesino de su amiga va a salir impune y ella, movida por la venganza, urdirá desde la soledad de su apartamento, el modo de que él pague por lo que hizo, así como su novia, su principal coartada para el crimen.

La novela se lee de un tirón por el lenguaje ágil y el estilo narrativo que emplea la autora, además, de que dirige muchos guiños a la historia de la ciudad de Peñíscola donde vive Sabina, aunque ésta no pisará la calle para mostrárnosla. Es muy interesante, ser testigo de todo lo que Sabina tendrá que hacer para perpetrar su particular modo de buscar justicia para su amiga, sin poder salir de su apartamento. Atrapada entre esas cuatro paredes planeará una inteligente trama de venganza que sólo hasta el final de la novela sabremos si surtirá efecto.

La autora describe a la perfección las dolencias sufridas por Sabina y cómo estas han tocado y hundido su existencia actual. Casi parece, que su única razón para seguir respirando sea vengar tan atroz crimen. La novela se mueve entre el drama y el thriller, yendo el ritmo de menos a más. Tampoco cabe duda alguna, de la denuncia social que la historia encierra, dada la impunidad con que muchos novios, maridos o acosadores asesinan a las mujeres (o incluso niños, muchas veces sus propios hijos) objeto de su odio y terminan cumpliendo condenas ridículas o simplemente libres. El terrorismo machista es una lacra y una realidad compartida por todas las naciones, con la que sólo se puede terminar educando desde los hogares e equiparando estos crímenes al terrorismo que es, con sentencias más duras para estos sujetos y cumpliéndose la ley y las condenas de forma íntegra, pero esto es harina de otro costal.

Volviendo a Dieciocho meses y un día de Paz Castelló se trata de una novela muy entretenida, con varios giros sorprendentes y muy actual, quizá no era el tipo de thriller que yo me esperaba, aunque no por ello me arrepiento de su lectura. ¡Mil gracias a Umbriel Editores por el ejemplar!

Título: Dieciocho meses y un día

Autor: Paz Castelló

Género: Thriller

Editorial: Umbriel Editores

Formato: Papel y Digital

Páginas: 288

Precio: 16,00 € (Papel)

ISBN: 978-84-16517-00-8

Argumento: Dieciocho meses y un día es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peñíscola, lleva encerrada en el ático donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estrés postraumático que desarrolló tras ser la única testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido.

Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que también es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peñíscola, ciudad que eligió para desarrollar su carrera profesional.

Está convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prisión provisional a la espera de juicio, esté encerrado para siempre, será capaz de superar su angustia y podrá salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterráneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraíso de la costa mediterránea.

Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aún más entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad añadida de no poder salir de casa.

Para conseguirlo tendrá que enfrentarse a sí misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofóbica vida en un medio para escapar de sí misma.

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