SÁBADO, 23 DE ABRIL DE 2016
Muchísimas gracias Charo por esta entrevista y por haber escrito un libro tan necesario (y por haber cedido los derechos de autor a APRAMP), porque más allá de la trama de esta novela, hallamos una horrible realidad que no puede continuar siendo tolerable.
Entrevista a Charo Izquierdo
En un día como el de hoy, el de El Día del Libro,
quiero aprovechar para reivindicar el papel de los libros, no como
meros objetos de entretenimiento, sino como instrumentos para llamar a
la concienciación social, como altavoces a través de los cuales dar a
conocer y denunciar las otras realidades que para la mayoría de nosotros
no existen. Ha sido gracias a los libros que he sabido de estas otras
realidades, más allá del tiempo y la distancia. Son lecturas duras, pero
necesarias. ¿Cómo combatir aquello que no se conoce? ¿Cómo erradicarlo
si preferimos sumergirnos en la ignorancia? Es nuestra responsabilidad
como seres humanos saber qué ocurre, denunciarlo y presionar con las
"armas" a nuestro alcance para que se acabe con ello. Todos podemos ser
algún día víctimas o supervivientes de estas otras realidades.
Gracias al libro de Puta no soy de Charo Izquierdo, publicado por LID Editorial, he
salido de mi ignorancia sobre la mal llamada "trata de blancas" y con
mayor acierto denominada "trata de mujeres con fines de explotación
sexual". Os estoy hablando del segundo negocio más lucrativo a nivel
internacional y unos de los más depravados a nivel humano. Mujeres,
niñas y niños son sus principales víctimas, y sus tratantes y
consumidores en su mayoría hombres de países de todo el planeta,
incluido el nuestro.
¿Qué
es la trata de mujeres?
Es la nueva esclavitud. Un
desgraciado fenómeno que afecta a 4.5 millones de mujeres y niñas que son
engañadas por mafias y grupos organizados que las compran para llevarlas a
lugares diferentes a los que viven obligándolas a ejercer la prostitución. Es
una vergüenza no lejana ni ajena al mundo más desarrollado y a países como el
nuestro, que es de tránsito y destino. Aquí según organizaciones acreditadas
como APRAMP estiman que aproximadamente el 80% de las mujeres que ejercen la
prostitución son o han sido víctimas de trata. Es la vulnerabilidad total de
derechos humanos. Es un delito internacional. Es un delito de lesa humanidad.
¿Qué
nos vamos a encontrar en Puta no soy?
Puta no soy es una novela,
con todos los ingredientes típicos de una novela, como el amor, la aventura, la
intriga, historias de amistad… Es una novela muy entretenida en la que se
descubre cómo funciona la trata de mujeres y niñas con fines de explotación
sexual. Y además es una novela que acaba con esperanza.
¿Qué
nos puedes contar sobre sus protagonistas?
Sus protagonistas
principales son dos: Luna y Julia.
Luna es una niña de 15 años
que vive en Perú y que es vendida por su familia y acaba en lo que allí se
llama prostibar, locales en los que se obliga a ejercer la prostitución a
mujeres y niñas engañadas de todo el país. El prostibar de Luna se localiza en
una de las zonas peruanas en las que se sufre mayoritariamente el delito: Madre
de Dios, en el sureste peruano, un lugar en el que hay extracción informal de
oro y al que se lleva a las mujeres para que entretengan sexualmente a los
hombres. Luna nos va a adentrar en la trata en su país y va a narrar cómo es la
vida en el prostibar, básicamente.
Julia es una presentadora de
televisión que bajo su apariencia de mujer normal y triunfadora esconde un
drama. Ella es una gran defensora de los derechos de la mujer y una activista
contra la trata pero de hecho vive una situación de violencia que marca su
vida.
Gracias a mi amiga Mabel
Lozano, a quien admiro muchísimo y quiero aún más. Ella hizo su primer
documental Voces contra la trata y cuando me contó que estaba rodándolo quise
ayudarla y le mandé un equipo que hizo un gran reportaje para la revista Yo
Dona, que yo había fundado y que dirigía en ese momento. A partir de ahí
comencé a interesarme por este delito que me era ajeno y que me pareció que
merecía mucha más atención de la que se le había prestado hasta entonces. Desde
ese momento he leído mucho y me he interesado, entre otras cosas porque es la
máxima manifestación de la violencia contra las mujeres y el tema de la
violencia de género me ha interesado e interesa mucho.
¿Por
qué centras tu novela Puta no soy en
Perú?
Porque es una trata
diferente. Las mujeres víctimas de trata en Perú no salen de su país para ser
trasladada a otros, sino que las llevan a otros lugares del país, como el
citado de Madre de Dios. Es lo que se conoce como trata interna.
¿Cómo
funcionan las cosas allí?
Como te digo, es trata interna
y funciona gracias a que hay mucha demanda, entre otras de los mineros, como
los de Madre de Dios, pero sobre todo porque se parte de una situación de
auténtica pobreza en algunas zonas, lo que hace que haya familias que venden a
sus hijas o mujeres que se “venden” para salir de la miseria absoluta. Por otro
lado, se trata de un país en el que la corrupción hace viable que las niñas
(aproximadamente un 20% de las víctimas son niñas) atraviesen solas o en
compañía de desconocidos gran parte de la nación, sin que nadie lo intercepte.
Funcionan como en otros lugares, con la intervención de grupos organizados y
mafias que compran y venden personas y una corrupción endémica que lo permite,
pero sobre todo con una demanda, sin la que el delito sería imposible.
Como
bien dices, tu libro se basa en el documental Chicas nuevas 24 horas de la directora Mabel Lozano. ¿Qué puedes
contarnos sobre este documental y la labor de Mabel Lozano contra el tráfico de
mujeres con fines de explotación sexual?
Es un documental necesario
(no hay más que ver el ingente número de premios que está consiguiendo). Muy
duro. Está rodado en Argentina, Colombia, Paraguay, España y Perú. Yo tuve la
inmensa suerte de acompañar al equipo de rodaje la semana que estuvo en Perú. Así
pude conocer al personaje peruano que aparece en el documental y que ha servido
de base para la novela.
¿Cuánto
hay de novela y de realidad en Puta no
soy?
Puta no soy es una realidad
ficcionada. Los personajes son ficción basado no en una sino en muchas
realidades sobre la trata que he tenido la oportunidad de conocer, en Perú y en
España.
La trata funciona siempre
igual. Hay una captación. Hay un traslado. Y hay una explotación. La captación
se realiza a través de personas que normalmente son cercanas a las familias de
las chicas. Reciben un dinero a cambio
de que dejen llevarse a la chica. En Perú, teóricamente cuando las dejan ir,
cuando las compran, cuando las venden, es porque van a ser camareras,
cocineras, cajeras… y cuando llegan al teórico lugar de trabajo se encuentran
con que son explotadas sexualmente. Les quitan la documentación. Las cosifican.
Las desnudan de derechos. En Perú, curiosamente, hay incluso lugares como
oficinas de empleo en los que se ofertan con toda naturalidad solicitudes de
empleo por ejemplo de meseras (como llaman allí a las camareras) en Madre de
Dios… Es fácil entender que se sabe que esos anuncios pueden estar encubriendo
la trata.
¿Cuántos
millones mueve la prostitución en el mundo? ¿Y en nuestro país?
La trata mueve en el mundo
32.000 millones de dólares anuales.
En nuestro país, puedo dar
el dato de la prostitución que mueve 5 millones de euros… al día.
Como
explicas en el vídeo del libro, el 40% de los hombres afirma pagar por sexo en
España y el 80% de las mujeres que están en los prostíbulos, clubes y bares son
víctimas del tráfico para la explotación sexual. ¿Qué porcentaje de ellas son
menores en España?
La prostitución es una
práctica que lamentablemente convive con la sociedad. Si hay oferta es porque
hay demanda y por desgracia y según indican los expertos es frecuente que los
jóvenes acudan a esos servicios. El dato que yo doy en el vídeo está facilitado
por Apramp (organización a la que he cedido los derechos de la novela).
Recientemente ha habido otro estudio de la Universidad Pontificia en el que se
habla de un 20 por ciento de hombres consumidores de prostitución.
¿Cómo
es la realidad de estas mujeres y niñas en España?
Viven cosificadas, sin
derechos, sin saber qué va a pasar con su vida. No hacen nada de lo que hacemos
las personas como tú y como y. Para empezar, carecen de documentación o la
tienen falsa. Viven muchas veces hacinadas en lugares de poca higiene. Las
llevan a trabajar y las obligan a hacerlo semidesnudas en calles de polígonos
industriales, como el Marconi, en Madrid, a temperaturas bajo cero (luego las
propias mafias les venden la madera para que hagan hogueras), las obligan a
realizar hasta 20 o 30 servicios en un día. Les venden todo lo que llevan,
haciendo que la deuda (el viaje hasta nuestro país) se engrose, añadiendo
además que les cobran la comida, las sábanas, los perfumes, los condones… Las
maltratan, violan. No les permiten moverse solas por la ciudad o ir al médico,
por ejemplo.
¿Tienen
alguna manera de salir de esa vida?
Pueden salir mediante
denuncia. Si denuncian la policía puede intervenir y ahí a su vez intervienen
organizaciones especializadas, como Apramp o las Madres Adoratrices, a través
de su Proyecto Esperanza. Estas maravillosas personas a través de sus equipos
les ayudan a encontrar una salida a sus vidas, no solo desde el punto de vista
laboral sino, de verdad, de aprender a vivir, de conectar con ellas mismas, que
han sido cosificadas, y con la vida externa a ellas. Es que no están
acostumbradas ni a ir en metro solas! También hay que hablar aquí de la
magnífica labor que realiza la policía, a través de la unidad UCRIF que
continuamente está realizando redadas y trabajando muy de la mano de las ONG
que trabajan contra la trata, como las antes citadas.
Me
sorprendió enterarme en Puta no soy
que sólo desde el 2010 la trata en España es delito. ¿Esto ha ayudado a
paliarlo realmente en nuestro país o sigue siendo insuficiente?
El que haya sido incluido el
delito de la trata en el código penal y como un delito en si mismo ha
contribuido a que desde el punto de vista legal se haya podido actuar con
“todas las de la ley”. Sin embargo, falta una ley contra la trata, según piden
todas las organizaciones que trabajan en este tema. El año pasado, en
septiembre, el gobierno aprobó un plan integral contra la a trata, que no es
una ley pero que sí sirve para visibilizar el problema y para poder reaccionar
ante él. Es un plan que implica a casi todos los Ministerios, desde Educación,
porque la educación en igualdad es fundamental y está en la base de cualquier
violencia contra la mujer, hasta el de Asuntos Exteriores, porque hay que
trabajar con los países de origen de estas mujeres para que se conozca en que
situación pueden venir cuando se les da un visado, por ejemplo. Una de las
aportaciones del plan, que es muy importante, es que lo que se decomisa en las
intervenciones policiales contra el delito de la trata, se utiliza a favor de
estas mujeres y de la lucha contra la trata. Este plan, documentales como el de
Mabel, campañas como las de Mediaset (Con la trata no hay trato) y –espero- mi
novela han contribuido a poner la trata en la agenda política y social… o al
menos a poner la semilla
En
tu opinión, ¿qué medidas de verdad podrían terminar por erradicarlo?
Yo soy partidaria de
trabajar en la educación. Es básico. Si conseguimos una educación igualitaria
lograremos que situaciones como las de la trata desciendan y acaben por
agotarse. Después, yo he de reconocer que soy abolicionista. Yo estoy por leyes
como las suecas o ahora la francesa que persiguen al consumidor de prostitución
y al proxeneta. También creo que sería eficaz que no sean solo las afectadas
las que puedan denunciar sino que, como ocurre con la violencia de género, la
denuncia pueda venir de otras personas, que si yo sé que en un piso o en club
de mi ciudad hay mujeres que podrían ser víctimas de trata pueda denunciarlo y
mi denuncia surtir efecto.
¿Qué
opinas de lo que algunos afirman de que si se legalizara la prostitución se
acabaría con ella y con las mafias?
Yo creo que la legalización
solo beneficia a las mafias, la verdad. No creo que los proxenetas vayan a
legalizar a las mujeres y niñas a las que han traído engañadas. Además, yo creo
que la prostitución es una explotación de las personas y como tal no puedo
estar a favor de su legalización.
Como mujer de éxito y madre, nacida en un país del “primer mundo” ¿cómo te hizo sentir descubrir esta esclavitud en pleno siglo XXI? ¿Tus reacciones son las que podemos encontrarnos en tu personaje Julia de Puta no soy?
Como mujer de éxito y madre, nacida en un país del “primer mundo” ¿cómo te hizo sentir descubrir esta esclavitud en pleno siglo XXI? ¿Tus reacciones son las que podemos encontrarnos en tu personaje Julia de Puta no soy?
He intentado ponerme lo más
al margen posible de los personajes y en cambio hacerlos vivir por ellos
mismos. Mis reacciones no pueden ser las de Julia porque mi situación es
diferente. Pero si tuviera que parecerme a alguno de mis personajes, desde
luego sería a ella.
Mi reacción escribiendo la
novela era de rabia, de indignación. A veces estaba escribiendo y me recorría
un escalofrío por todo el cuerpo. Y sentía cariño por algunos personajes, manía
a otros, al mismo tiempo que siempre tenía dentro la sensación de injusticia,
del terrible significado de haber nacido en un país y no en otro, en un barrio
y no en otro, en una familia y no en otra… Eso me hacía sentir impotencia. Como
escritora me apetecía devolver a esas mujeres protagonistas a otro lugar, a
otro país que hiciera imposible que yo escribiera esa novela. Y por último he
sentido ternura por Luna, tan joven, y por Julia, tan exitosa y tan
desgraciada.
Los
derechos de autor de Puta no soy los
has cedido a APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la
Mujer Prostituida) ¿qué ayudas ofrecen y de qué modo podemos apoyarles?
Como he explicado, ayudan a
las mujeres a salir de su infierno, una vez que son rescatadas. Pero antes
hacen una labor primordial que consiste en dar atención medico-social a las
víctimas. Por ejemplo, acuden a los clubs a entregar condones, o hacen visitas
para hablarles de su situación sanitaria y de las enfermedades que pueden
contraer sin una correcta protección. Gracias a esas visitas, las mediadoras de
Apramp, que previamente han sido mujeres que han sufrido el mismo problema,
pueden muchas veces descubrir que están ante nuevas víctimas.
¿Qué
papel juegan los hombres en todo esto?
La concienciación por parte
del hombre es primordial. Tiene que cambiar su percepción de la prostitución y
desde luego tienen que ser conscientes del ingente número de mujeres víctimas
de tata que están. Sin su complicidad no podemos avanzar. Como decía antes, sin
demanda no hay oferta.
¿Crees
que es posible llegar a concienciar a los hombres para que no demanden esta
clase de servicios?
Desde luego, hay que
intentarlo. Hay que hacerles saber que la prostitución se nutre de trata y que
un acto aparentemente normalizado socialmente como es pagar por sexo contribuye
a engrosar los bolsillos de mafias y proxenetas. Yo ya estoy empezando mi particular
campaña para al menos no hablar de clientes. Siempre digo que cliente es de un
banco o de un bar… Si a la mujer que ejerce o es obligada a ejercer la
prostitución se le denomina puta con lo que de estigmatizante tiene el término,
al consumidor de sexo bajo pago habría que llamarle putero.
¿Les
estamos fallando las mujeres de países como el nuestro a estas otras mujeres y
niñas que son esclavizadas sexualmente al no concienciar, educar a nuestros
hijos varones para que el día de mañana no se conviertan en sus clientes y
promuevan este genocidio encubierto?
Es un fallo social
multiorgánico. Somos las mujeres, educadoras, los padres, los colegios, la
televisión…, es la sociedad en general. Todavía hoy y aquí la prostitución no
está desterrada socialmente, es más hay jóvenes que acuden a los clubs como
despedida de solteros!
¿Qué
esperas conseguir con Puta no soy?
Yo quería con mi novela
conseguir un impacto social como el que en su día tuvo Mabel en mí. Un impacto
que afecte a hombres y a mujeres, para que conozcan el problema, me ayuden a
visibilizarlo, a difundir las condiciones en las que “viven” estas mujeres y
eduquen en igualdad, reclamen la igualdad de facto, esa que consiga un repudio
de aquellos que consumen prostitución, que deben saber también la realidad de
estas mujeres.
Charo Izquierdo
Muchísimas gracias Charo por esta entrevista y por haber escrito un libro tan necesario (y por haber cedido los derechos de autor a APRAMP), porque más allá de la trama de esta novela, hallamos una horrible realidad que no puede continuar siendo tolerable.
Título: Puta
no soy
Autor: Charo
Izquierdo
Género: Esclavitud, Trata de
personas, Prostitución
Editorial: LID Editorial
ISBN: 9788483569665
Colección: Gallus
Formato: Papel
Páginas: 392
Precio: 19,90€ (Papel)
Argumento: Hay viajes en la vida que no siempre llevan a la esperanza. Se hacen porque no hay otra salida y quedarse significa conformarse con la cuadrícula del mapa en la que la existencia nos coloca o repetir los errores de nuestros padres y madres. Puta no soy relata la dolorosa e injusta historia de los cerca de cinco millones de mujeres y niñas que, en busca de un futuro mejor, viven una pesadilla que nunca imaginaron: ser atrapadas por las mafias de tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual.
Luna, la protagonista de esta historia basada en uno de los personajes reales del documental Chicas nuevas 24 horas de la directora Mabel Lozano, nos traslada a la selva del sureste peruano, a la región de Madre de Dios, donde un 20% de las víctimas de trata con fines de explotación sexual son niñas y adolescentes y nos relata cómo, engañada por su propia familia, es obligada a prostituirse con 15 años. De ahí solo hay un paso a ser violada y maltratada.
Al otro lado del Atlántico, Julia, bajo una apariencia de vida normal y de éxito como famosa presentadora de televisión, nos adentra en el segundo negocio ilegal más rentable del mundo (después del tráfico de armas) y nos conduce por los submundos de la prostitución en España, donde un 80% de las mujeres que venden su cuerpo lo hacen en condiciones de esclavitud.
Esta inmensa novela lo es no solo por la crudeza de la realidad que destripa y por la magistral escritura de Charo Izquierdo, también por la loable fuerza con la que nace: concienciar y educar a los hombres de que sin demanda no habría oferta y de que las mujeres han de dejar de seguir perdiendo sus derechos para ocupar el lugar de dignidad y vida que merecen.
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Muy buena entrevista, veo bien que se publiquen este tipo de libros, con temas tan delicados, para tener un mayor conocimiento.
ResponderEliminarBesos!
Gracias!! Yo también creo que estos libros son fundamentales, ya que nos hacen conocer mejor el mundo que nos rodea. Salir de la ignorancia es el primer paso. Muchísimas gracias Esther por pasarte y por tu comentario. Besos!!!
EliminarFelicidades Ana por la entrevista y por dar a conocer el libro. Me lo apunto, yo también creo que la literatura nos ha de dar a conocer esas situaciones que están fuera de nuestro mundo, pero que conviven en él.
ResponderEliminarMe parece algo terrible, horrible y que se debería castigar con más firmeza. La educación es fundamental, pero no solo eso, porque en el fondo de muchas de estas situaciones hay miseria, hambre y pobreza y es también donde se tiene que incidir para que esas familias no vendan a sus hijos.
Hace un tiempo escuché que había una ONG, no recuerdo el nombre ni en qué país actuaba, que pagaba a las familias para que sus hijos fueran a la escuela, porque los niños no asistían porque contribuían con su trabajo al sustento familiar, no por falta de ganas.
Muy interesante.
Un saludo
Muchísimas gracias a ti Conxita!!! Estoy de acuerdo contigo de que la miseria lleva a estas cosas, pero no me cabe de todos modos en la cabeza que haya quien pueda vender a su propia sangre. Me alegra muchísimo verte por aquí, muchísimas gracias por pasarte y comentar!!! Saludos!!!
EliminarTerrible esta situación... Me descubres a esta autora y desde luego me apunto su libro, aunque tiene que ser muy duro de leer. Gran entrevista!
ResponderEliminarBesotes!!!
Es duro, pero siempre he necesitado saber a pesar de lo, a veces, echa polvo que te deja. Muchísimas gracias por a ti por pasarte y por tu comentario!!! Besos!!!
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