VIERNES, 23 DE MAYO DE 2014
Entrevista a Enrique Gallud
Jardiel
Recuerdo el poco entusiasmo que me causaba descubrir cada año en el instituto los libros que para ese curso me tocaría leer. Casi siempre nos mandaban ladrillazos, publicados en ediciones adaptadas para que fuéramos capaces de entender su intrincado y arcaico vocabulario. Algunas de mis peores experiencias literarias fueron durante esos años. Tuve que leer historias que llegaron a revolverme literalmente el estómago (El perfume de Patrick Süskind) y el alma (Marianela de Benito Pérez Galdós). Otros por fortuna solo me aburrieron (La Celestina de Fernando de Rojas), otros me indignaron por su machismo y falta de cordura (Como agua para chocolate de Laura Esquivel) y otros me asquearon por sus obscenidades y ausencia de una trama y calidad que pudiera justificarlas (La dama y el unicornio de Tracy Chevalier). Sé que muchos de estos títulos son amados y han sido encumbrados a la fama y el éxito literario por la ingente cantidad de personas que los han leídos y de los que incluso muchos guardan un dulce recuerdo. Para mí todos ellos representan las peores experiencias que he sufrido como lectora y el despropósito, más que aliciente, que los queridos profesores de lengua consiguen con sus elecciones. ¿Qué joven mente puede desear convertirse en un asiduo y ávido lector si le presentan tal percal? Lo único que puedo hacer es dar gracias porque por aquel entonces yo ya amaba la magia que los libros encierran en sus palabras y lo bien y feliz que pueden hacerte sentir. Desde aquí denuncio el terrible sistema de fomento de la lectura y de las bibliotecas que en nuestro país se lleva haciendo durante años.
Pero seguro que os preguntáis que tiene esto que ver con la entrevista que tuve el honor y el placer de hacerle a Enrique Gallud Jardiel autor de Historia estúpida de la literatura. Su novela ha sido precisamente la que ha inspirado mis palabras, pero por favor no creáis que Historia estúpida de la literatura es un libro escrito con el afán de menospreciar a aquellos que para muchos son el orgullo de nuestra nación. En tono de humor este escritor, que cuenta con un gran bagaje académico y literario, critica a estos grandes clásicos reprochando el inmerecido papel que muchos de estos ostenta dentro de la literatura y desmitificándolos. Divertida, original y con algunas trampas Enrique nos enseña a mirar a los clásicos con otros ojos y a apreciar a otros que no tuvieron tanta suerte.
Quiero darle las gracias a Enrique por contestar a mis preguntas, por su paciencia (pues he tardado más de lo que hubiera querido en publicarla) y también por permitirme que sorteé varios ejemplares en digital de Historia estúpida de la literatura.
Sin más que decir doy a paso a la entrevista en la que nos adentramos en este atrevido libro y en su transgresor autor.
Quiero darle las gracias a Enrique por contestar a mis preguntas, por su paciencia (pues he tardado más de lo que hubiera querido en publicarla) y también por permitirme que sorteé varios ejemplares en digital de Historia estúpida de la literatura.
Sin más que decir doy a paso a la entrevista en la que nos adentramos en este atrevido libro y en su transgresor autor.
Aunque
ya has publicado más de cuarenta libros, puede que aún haya alguien que no te
conozca ¿podrías hablarnos un poco sobre ti y tu trayectoria como escritor?
Muchos de los libros que he escrito tratan sobre la
India y su cultura, país donde viví durante 17 años, y van dirigidos a un
público concreto, interesado en el tema del hinduismo principalmente, entre el
que sí soy bastante conocido. Otros libros han sido estudios literarios, con
los que sucede lo mismo. Éste es mi primer libro de ficción, dirigido a todo
tipo de lectores.
¿De qué
trata Historia estúpida de la literatura?
Es una parodia cariñosa de la literatura. En ella
hay burlas de los autores aburridos, de las supuestamente grandes obras de la
literatura que nadie lee, de la crítica literaria totalmente innecesaria y de
los talleres de escritura donde engañan a la gente. Hay resúmenes de obras
famosas para que no haya que leerlas y falsos textos que imitan el estilo de
los autores más conocidos, todo ello en forma muy variada, con versos cómicos a
veces y en general, ridiculizando los esnobismos literarios. Pero todo ello
dentro de, buen gusto y de la simpatía.
En tu
obra te ríes abiertamente de la literatura y desmitificas a bastantes autores
célebres ¿por qué te dio por escribir un libro de estas características?
Yo he sido profesor de literatura durante muchos
años y estamos hablando de autores que me gustan mucho y a los que conozco
bien. Pero aparte de mi actividad docente siempre he tenido mi vena
humorística. Lo que hecho ha sido combinar ambos elementos, pues la
desmitificación siempre es sana.
¿Pretendías
dar solo una visión diferente de la literatura o denunciar el lugar poco
merecido que algunos autores y sus obras ostentan?
Ambas cosas. Se debe tener una visión humorística de
la realidad, porque el mundo es ya se por sí demasiado serio y el hombre debe
compensar esto. Y, por otro lado, siempre hay que denunciar tópicos y rebelarse
contra el concepto de cultura impuesta. La literatura es maravillosa, pero
subjetiva. El mayor ejercicio de control que se puede ejercer sobre el hombre
es decirle lo que tiene que pensar. Y eso es lo que se hace cuando se imponen
lecturas. Cuando aseguras desde tu posición de poder que tal autor o tal
obra es lo mejor que hay y afirmas que debe gustar a todo el mundo, estás
llevando a cabo una de las peores represiones. Habrá espíritus libres que no te
hagan caso y piensen por su cuenta, pero mucha gente te creerá, te obedecerá y
respetará los modelos que tú les propones. Leerá el libro que tú quieres y
tendrá las nociones que a ti te convenga que tenga. Contra eso hay que
rebelarse y la mejor forma es bajar de su pedestal a los modelos injustamente
encumbrados.
En
otras entrevistas que te han hecho sobre Historia estúpida de la literatura
afirmas que a pesar de lo satírico de tu libro, admiras a muchos de los
escritores de los que hablas pero ¿cuál ha sido la obra, que has tenido que
leerte, que más infumable se te ha hecho y que serías incapaz de recomendarle a
alguien?
En el libro lo digo bien claramente: "El
quijote". Es una obra de muy difícil lectura, pues su prosa es es extremo
farragosa. Es un libro fallido, pues el autor dijo bien claramente que quería
hacer un libro muy cómico y lo que consigue con su personaje es que nos dé
lástima y nos deje tristes, viendo cómo se maltrata a los justos. Pero ése no
era el propósito de Cervantes. Es un libro lleno de fallos narrativos y,
en último extremo, un libro cobarde, porque el autor no se atreve a defender
hasta el final el idealismo de su personaje, lo que habría tenido mérito, sino
que le hace recobrar la razón al final de la novela, como justificando a los
"cuerdos" que le maltrataban. Es un libro que casi nadie ha leído,
porque se lee con dificultad y que ha hecho aborrecer la lectura a muchos niños
a los que les obligaron a leerlo en el colegio. Yo no lo recomendaría a nadie.
Por el
contrario ¿quién ha sido el autor que más te ha marcado o, simplemente, gustado
más?
Sería difícil de decir, pues hay muchos que me
apasionan y cuya lectura me ha proporcionado miles de horas de placer durante
mi vida. Pero si me obligan a decir un nombre, siempre puedo hablar de Lope de
Vega, que escribió maravillosamente sobre todo lo divino y lo humano, aunque
mucha gente no lo conozca o conoCa muy poco de su ingente obra. Por extraño u
original que sea un argumento, casi siempre hay una o dos comedias de Lope que
ya tratan el tema mucho antes que otros. Para mí es un verdadero ídolo.
Has
sido profesor en algunas universidades españolas y extranjeras, esto supongo
que te habrá dado una perspectiva diferente de que como es la enseñanza en
otros lugares ¿estás de acuerdo con la manera en que se nos enseña la
literatura española en los institutos?¿Hay algo que en tu opinión se trata
erróneamente o en lo que debería hacerse más hincapié?
La literatura consiste en la lectura directa de los
textos y su apreciación. Todo lo demás (la teoría literaria, la historia de los
movimientos, etc.) debería ser sólo para especialistas. El error es obligar a
los estudiantes a aprender datos irrelevantes. Siempre se ha hecho así y eso es
nefasto. ¿De qué sirve saber que don Íñigo López de Mendoza, marqués de
Santillana, nació en Carrión de los Condes, Palencia, o donde fuera que
naciera, en el año tal, si no has leído sus obras o desarrollado la capacidad
de apreciarlas? Así me enseñaron a mí y yo me aburría soberanamente en las
clases de literatura. Yo aprendí literatura en la clase de matemáticas: me
sentaba en el último banco y leía novelas a escondidas. Luego suspendía las
matemática, claro está. Hay que fomentar la lectura real y cuidar mucho la
selección de las lecturas obligatorias a los jóvenes, pues pueden engancharles
para siempre a la lectura o hace que la aborrezcan.
Cuando
escribiste Historia estúpida de la literatura ¿temiste en algún momento que
ninguna editorial se atreviera a publicártela?
Eso sucede muy a menudo. Todos los autores, tanto
los que han publicado muchos libros como los que publican poco, suelen tener
otras obras escritas en un cajón cuya suerte futura ignoran. Salvo los libros
de encargo (y esos sólo se hacen a autores ya conocidos) todo libro que
emprendes es una aventura y ese temor a que no se publique te asalta
indfectiblemente. Así es que la pregunta a un autor de cuántos libros ha
escrito es incorrecta. En ese caso lo que se le quiere preguntar es cuántos
libros ha publicado. Seguro que ha escrito otros más. Un libro no publicado es
fuente de tristeza y frustración para un autor, no por el prestigio o los
beneficios que se pierden, sino por la ilusión y el trabajo que conlleva; es
como tener un hijo feo al que nadie quiere. Publicas un libro que no te ha
supuesto mucho esfuerzo y que consideras que es mediocre y no consigues
publicar a lo mejor otro que te parece muy bueno y en el que te has esforzado
infinitamente más. La escritura es una actividad peculiar.
Para
aquellos que no lo sepan eres el nieto del famoso escritor y dramaturgo español
Enrique Jardiel Poncela ¿crees que el legado literario de tu abuelo te ha
marcado como escritor?
Sí, pero no de la manera en que podría pensarse; no
por ser un escritor más porque soy de la familia o por influjo directo de las
obras de Jardiel. Me ha influido el elemento de la intimidad familiar, donde
era costumbre hablar en camelo, hacer juegos de palabras constantes, cambiar
los nombres a las cosas o dar respuestas cómicas o absurdas. El ejercicio del
humor ha estado siempre presente en mi vida desde niño y eso me ha determinado.
Entiendo que, de haber nacido en otra familia, eso hubiera sido distinto. Pero
a la hora de escribir, aunque pueda haber alguna coincidencia, yo no me
considero un jardielista, mi estilo es muy distinto y tengo otros maestros y
modelos. Aparte de clásicos del humor como Quevedo o Mark Twain, creo que debo
más a la denominada "generación simpática del 98", donde se
encuentran humoristas de diversos géneros como Juan Pérez Zúñiga, Vital Aza,
Enrique García Álvarez o Pedro Muñoz Seca. Tampoco hay que olvidar al más
reciente Jorge Llopis. Y yo incluiría entre mis maestros en el humor también a
los hermanos Marx, por supuesto.
¿Le
habría gustado a tu abuelo Historia estúpida de la literatura?
La habría gustado mucho, de seguro. Y me consta que
coincidía en opiniones con muchas de las que yo expongo, en lo referente a
Cervantes, a Shakespeare, etc. Él también cultivó la parodia literaria, no sólo
en comedias como "Angelina o el honor de un brigadier" sino en toda
una serie de comedietas que publicó en la revista "Buen humor"
durante los años veinte.
A parte
de escritor y estudioso eres el director de la Compañía Teatral Barbieri, de lo
que se deduce que el teatro tiene un papel importante en tu vida ¿has actuado
alguna vez?¿Escribes teatro, además de narrativa?
He actuado desde los seis años y mi labor de
director teatral es secundaria a la de la interpretación. Modestamente, en mi
pequeña compañía, soy lo que antiguamente se denominaba "primer actor y
director". La actuación me apasiona. En cuanto a escribir teatro, lo he
hecho, pero mis obras se han representado en teatros pequeños y a un nivel sin
grandes pretensiones. En este momento hay pocas posibilidades de estrenar obras
largas y de muchos personajes, como son las mías.
¿En tu
opinión el humor debería estar más presente en la literatura o solo en la vida
cotidiana?¿Crees que se debe ser menos serio al escribir?
El humor debe estar presente en la literatura, pues
es una visión inteligente del mundo y muy necesaria, tanto en su vertiente de
evasión y disfrute, beneficiosa en tiempos difíciles, como en su vertiente
satírica de crítica y sátira de las cosas que están mal en el mundo. El humor
sirve para corregir a la sociedad. En cuanto al humor en la vida solo puedo
decir que la gente que hace mal a sus semejantes es siempre gente seria, que se
toma muy en serio su patria o una ideología política o religiosa y, en nombre
de eso tan serio, es capaz de hacer el mal. Si ves el mundo bajo un prisma
humorístico, si te tomas a broma tu país, tus ideas o tu religión serás incapaz
de hacer el mal por ello. Tomarse la vida en broma acaba siendo mucho mejor
para la salud y mucho más ético. Dijo Leonardo da Vinci que, a ser posible,
había que reírse hasta de los muertos.
¿Es
Historia estúpida de la literatura una obra para lectores de todo tipo o se ha
de tener algún conocimiento o haber leído mucho para poder leerlo?
El libro tiene muchos niveles de lectura y puede
gustar a todos los públicos: está pensado y cuidadosamente medido para ello.
Hay recursos humorísticos sencillos y otros más complicados, unos más
directos y otros más sutiles. Si no tienes nociones previas de los temas literarios,
no pasa nada: simplemente te hacen gracia otras cosas. Por ejemplo, encuentras
un verso que te resume "La vida es sueño" para que no tengas que
leerla y puedas presumir de culto. Si conoces la obra, te divertirá la manera
en que he cambiado los elementos originales. Pero si no la conoces entonces lo
que sucede es que te encuentras con una historia divertida. No es preciso saber
nada de literatura para que el libro te guste.
¿Qué le
aconsejarías a aquellos que quieren ser escritores?
Que escriban sin parar, que no se amilanen ante los
rechazos editoriales. Isaac Asimov, el gran científico y escritor de
ciencia-ficción, publicó más de cuatrocientos libros de varios temas. Pero si
lees su autobiografía, se pasa todo el tiempo llorando y contando cómo las
revistas y las editoriales rechazaban sin parar sus manuscritos.
Y aconsejaría se esfuercen por desarrollar un estilo
propio, que no imiten modelos y escriban sobre temas de moda. Las modas cambian
muy rápidamente y, a, final, lo que queda es la personalidad individual del
escritor.
¿Dónde
puede adquirirse Historia estúpida de la literatura?
Puede encargarse en cualquier librería. Está en la
Casa del libro, Fnac, el Corte inglés, etc. Y puede pedirse por internet en
Amazon o, mejor aún, a la Editorial Renacimiento, que lo ha publicado bajo su
sello Espuela de Plata.
Por
último, ¿qué le dirías a nuestros lectores para que se animen a leer Historia
estúpida de la literatura?
Que, aunque esté feo que yo lo diga, me he reído
muchísimo escribiéndolo y estoy seguro de que a ellos también les hará pasar
muy buenos ratos. Es un libro en secciones cortas, que se leen con amenidad,
muy variado. Es un libro ideal para leerlo con guantes, para que no se manche
mucho, y luego regalarlo a algún amigo o pariente, que nos lo agradecerá. Y
así, al cabo de un año o dos, recordar cuánto nos gustó cuando lo leímos y
volverlo a comprar.
Muchas gracias Enrique por esta estupenda entrevista. También este autor me proporcionó unos audios en los que en tono de humor nos recita unos versos muy burlescos.
Un héroe pusilánime
El príncipe y el fantasma de su padre
El convidado que se quedó de piedra
El príncipe gafe
Espero haberos dejado con una sonrisa al leer esta entrada o mejor con interés de leer esta curiosa, divertida e irrepetible novela. ¡¡¡Hasta la próxima entrada!!!
Título:
Historia
estúpida de la literatura
Autor: Enrique Gallud Jardiel
Editorial:
Editorial Renacimiento
Colección:
Espuela de Plata. Los Humoristas.
Género: ficción, humor
Género: ficción, humor
Año: 2014
ISBN: 978-84-15177-99-9
Formato:
papel / ebook 15x21 cm
Páginas:
216
Precio:
16 €
Argumento: Esta Historia de la literatura no
es en absoluto más estúpida que otras muchas reputadas que hay por ahí. Pero sí
es bastante más cómica, pues incluye artículos burlescos sobre literatura,
versos imitativos, falsas reseñas de libros, textos apócrifos, parodias
teatrales, burla de los talleres de escritura y otras cosas sorprendentes. El
libro pone en solfa a los autores pelmazos, a los libros infumables, a los
clásicos soporíferos, a la preceptiva académica, a los estudios pedantes, a las
investigaciones absurdas y a otros aspectos de ese negocio del que comen los
libreros y al que muchos se empeñan tontamente en definir como arte literario.
Un libro muy curioso. Tendré que animarme con él, que promete un rato bastante divertido.
ResponderEliminarBesotes!!
Me alegro de que te interese, muchas gracias por pasarte y comentar. Besos!!!!
EliminarUna entrevista genial, muy completa :) Me llama la atención el libro, aunque no creo que lo lea por el momento.
ResponderEliminarTe sigo y te dejo mi blog por si quieres pasarte!
Un beso^^
http://viviendoennuestrocuento.blogspot.com.es/
Muchas gracias Marina por pasarte y comentar. Espero que finalmente te animes a leerlo y con mucho gusto me pasaré por tu blog. Muchas gracias. Saludos!!!!!
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