MIÉRCOLES, 4 DE MAYO DE 2016
Entrevista a José A.
Bonilla
La Editorial Hermenaute se define así misma como una «editorial
especializada en libros de ficción de
género fantástico, nuevas voces narrativas, libros singulares y ensayo».
Tuve la suerte de que esta editorial se pusiera en contacto conmigo y
me descubriera la increíble novela Pétalos de acero de José Antonio Bonilla que inaugura la Colección Ícarus «línea de Editorial Hermenaute dedicada a la ciencia
ficción, el steampunk y el género de aventuras».
Nunca
antes había leído una novela steampunk, así que no dudé un pedir que me
dejaran reseñarla. Puedo decir que es una decisión de la que no me
arrepiento para nada, pero para saber mi experiencia leyendo Pétalos de acero tendréis que aguantaros de momento y esperar un poquitín más.
Mientras, dejo que os contentéis con la fantástica entrevista que José Antonio Bonilla ha tenido la amabilidad de concederme. Si queréis saber más de Pétalos de acero, continuad leyendo:
¿Podrías hablarnos un poco sobre ti y sobre tu trayectoria como escritor?
Nací en Sabadell (Barcelona), en 1969. Soy
licenciado en Biología y en Bioquímica, aunque de eso empieza a hacer ya mucho
tiempo. Estoy casado y tengo un hijo. En la actualidad trabajó en la
Universidad Autónoma de Barcelona como Gestor de Asuntos Académicos de la
Facultad de Biociencias. Mi mentalidad, por lo tanto, es científica aunque,
como me dijo una vez mi profesor de literatura del instituto: Mis mejores alumnos de letras se me pasan a
ciencias.
Empecé a escribir hacia los trece años y he sido
totalmente autodidacta. Leer novelas y cómics, ver cine, y ejercitar la
fantasía con la escritura y el dibujo han sido mis herramientas para poder
crear mis propias historias.
Gané la mención especial del Premio UPC de
Ciencia Ficción, en compañía de mi colega Xavier Pacheco, en 1994, 1995 y 1997.
De ese tiempo solo llegó a publicarse “Segadores de Vida”, que se encuentra en
el libro recopilatorio de los ganadores del Premio UPC 1995 (Nº83 de la
colección Nova de Ediciones B) junto a César Mallorquí y Javier Negrete. He
publicado varios relatos en Círculo de Lectores y otras antologías. En el I
Premio de Literatura Fantástica Ciudad de Maracena (2010) quedé finalista con
mi novela “Las flores de Perséfone”. Así mismo, fui finalista del XXI Premio
Domingo Santos de Ciencia Ficción con mi novela corta “La Inconquistable”, finalista
también del V Premio de Literatura de Terror Ciudad de Maracena y del II Premio
de Terror “Ciudad de Utrera” (2014), con tal éxito entre el jurado que
decidieron publicármela en la editorial Autores Premiados (Nº1 Colección
Quasar). En el año 2015 resulté finalista en el III Premio de Terror “Ciudad de
Utrera” con la novela “Juguetes rotos”. Ahora publico con Editorial Hermenaute
“Pétalos de acero”.
¿De qué trata Pétalos de acero?
Durante la Exposición Universal de 1888 en Barcelona, Isaac Peral sufre un
atentado. El jefe de Seguridad del pabellón americano le ayuda y, al hacerlo,
se verá involucrado en una extraña trama de robos, sabotajes e incluso
asesinatos que, junto a varios personajes, deberá desentramar para evitar que
la Exposición se cierre y que el orden mundial no se vea sometido a una
terrible amenaza que acecha en la oscuridad.
¿En qué género se enmarca y a qué público va dirigido?
Se trata de una novela de aventuras steampunk,
con toques del folletín decimonónico y el relato policíaco del siglo XIX, pero
también se trata de una novela histórica. El contexto en el que suceden los
acontecimientos está recreado al detalle, según la documentación encontrada,
para intentar dar verosimilitud a una Barcelona distópica, pero tan tangible
como la que puede conocer cualquier turista que deambule por sus calles.
En cuanto al público al que va dirigido, diría
que la pueden leer personas de entre los 16 a los 99 años. ¿A quién no le
gustan las novelas de aventuras al estilo clásico? Sí, en este caso hay
detalles de ciencia ficción retrofuturista, pero es asequible para todo el
mundo. Creo haber introducido suficientes guiños y tramas para que pueda
agradar al mayor número de personas posible. Al menos, esa era mi intención.
Entre tus personajes, el que arranca la trama de tu novela es Isaac Peral
que para muchos lectores será todo un desconocido, pero que fue muy relevante
en nuestra historia. ¿Podrías hablarnos un poco sobre él?
Sin quitar mérito a Narcís Monturiol y a su
Ictineo, inventor real del submarino, Isaac Peral fue quien intentó convertir
la navegación bajo las aguas en un arma militar. Su submarino torpedero, que
funcionaba con dos motores eléctricos de 20 caballos cada uno y con una eslora
de 22 metros de longitud, era una revolución para la época. No obstante, y
aunque se logró botar en septiembre de 1888, gracias al apoyo de la reina
regente Maria Cristina, aún siguen desconociéndose una serie de boicots y
zancadillas que querían impedir que el trabajo de Peral surgiera a la luz. Es
un misterio sin resolver del que parte la trama de la novela, como bien dices.
¿Qué nos puedes contar sobre tus protagonistas?
Me gusta decir que se trata de una novela coral.
Son muchos los protagonistas: Horace Brave, el valeroso jefe de Seguridad del
pabellón norteamericano en la Exposición y detective de la Agencia Pinkerton;
el comandante Olmeda, un guardia civil mucho más inteligente de lo que parece y
que le ayuda en la investigación; Antoine y Martí Colell, expertos jugueteros,
relojeros cronometristas, que deberán regresar a Cataluña para esclarecer las
pruebas del caso con sus conocimientos; los Belladaura, una familia aburguesada
catalana que tiene vinculaciones con los Colell; o los Bernaldo de Quirós,
también burgueses venidos a menos, con los cuales se producirán una serie de
acontecimientos difíciles de olvidar. Por no hablar de los innumerables
personajes secundarios que van deambulando por las tramas a lo largo de la
historia.
¿Y quiénes de ellos existieron realmente o son ficticios?
Los personajes principales no existieron
realmente, aunque todos ellos tendrán, en uno u otro momento, contacto con
personajes que sí lo hicieron. Encontraremos a Isaac Peral, como ya hemos
mencionado, a Joseph Bell, profesor en el que sir Arthur Conan Doyle se inspiró
para crear a su Sherlock Holmes, Francisco de Paula Rius y Taulet, el alcalde
de Barcelona en la época, Julián Gayarre, un gran cantante de ópera…, entre
muchos otros. Realidad y ficción se mezclan continuamente en la novela.
¿Habrá secuela de Pétalos de acero o tienes previsto nuevos
proyectos?
En principio, no. Pero nunca se sabe. De hecho,
alguna idea ronda por la cabeza, pues la historia puede dar más de sí, sin
duda. No obstante, ahora mismo tengo varios proyectos en mente, así que quizás
un poco más adelante.
¿Qué te hizo escribir Pétalos de acero? ¿De dónde vino la
inspiración?
Quería escribir una historia de aventuras, una
como las que me habían hecho despertar mi fantasía cuando era pequeño. Algo
parecido a las novelas de Julio Verne o H. G. Wells. El hecho de que me
aficionara al steampunk cuando se
realizó la primera Eurosteamcon en
Barcelona, en el año 2013, influyó para que me atreviera a contar una historia
de las de antaño con toques de fantasía retro. Además, quería escribir sin
tener que ponerme límite en cuanto a extensión y ver hasta dónde podía llegar.
Barcelona s.XIX |
¿Por qué ambientas tu novela en la Exposición Universal de Barcelona de
1888?
Cuando empecé a pensar en la idea de la novela
resultó ser el año 2013, justo cuando se cumplían 125 años de la inauguración
de la Exposición. Indagué qué historias se habían escrito sobre ella y descubrí
que no habían sido muchas: La ciudad de
los prodigios de Eduardo de Mendoza, La
Febre d’Or de Narcís Oller… Pero ninguna se basaba en realidad en lo
sucedido durante la Exposición como tal. Así que tenía un magnífico contexto,
conocía la ciudad, y el año 1888 era fértil en cuanto a descubrimientos
tecnológicos y científicos… Sólo era cuestión de construir una trama mínimamente
interesante. ¿Qué más podía pedir?
¿Nos podrías hablar un poco sobre ella?
La Exposición Universal de Barcelona de 1888 fue
un proyecto pensado inicialmente por un gallego, un tal Eugenio Serrano de
Casanova, el cual pronto tuvo que abandonar la idea porque no disponía de recursos
suficientes para llevarla a cabo. Finalmente, fue el municipio, de manos del
alcalde Rius y Taulet, quien decidió convertir la ciudad de Barcelona en un
referente a nivel internacional. Visitaron la exposición más de dos millones
doscientas mil personas, cuando la ciudad tenía por entonces unos 450.000
habitantes. La Exposición transformó la ciudad. Sobre las ruinas de las
murallas de la ciudad se creo el Parque de la Ciudadela, donde se alojaba el
Pabellón de la Industria así como otros muchos pabellones específicos, lugares
en los cuales los 22 países que intervinieron mostraron sus mejores inventos y
tecnología al resto de la humanidad. Pero además, la Exposición sirvió para que
se construyeran edificios como el Gran Hotel Internacional, una maravilla
arquitectónica de Domènech i Muntaner, precursor también del modernismo, que se
construyó en 53 dias y que disponía de todas las comodidades posibles en la
época; por no hablar de la estatua de Colón, donde se instaló el primer
ascensor de la ciudad; las Golondrinas, con las que se podía pasear por el
puerto; la luz eléctrica que iluminó las Ramblas y algunas de las principales
calles de la ciudad por primera vez, o el globo cautivo con el que se podía
ascender casi doscientos metros para obtener las mejores panorámicas de la
ciudad. Barcelona se convirtió en una ciudad distópica, en una ciudad del
futuro, gracias a la Exposición Universal.
Libros y/o autores predilectos. ¿Alguno que te haya marcado especialmente?
Asimov, los techno-thrillers de Michael Chichton,
y todos los libros de César Mallorquí, en especial La isla de Bowen. Aunque ahora estoy descubriendo muchos otros
autores como David Jasso o Emilio Bueso, autores españoles especialistas en el
género de terror. Hay mucho talento por descubrir.
¿Y de niño?
Las novelas de Julio Verne, en especial 20.000 Leguas de viaje submarino;
cualquiera de las novelas o relatos de Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes
como protagonista; Lovecraft, Poe y H.G. Wells. Los clásicos, en definitiva.
¿Películas, series de televisión y cómics preferidos?
Más difícil todavía, pero reconozco que soy fan
de toda las sagas Star Wars, Indiana Jones y El Señor de los Anillos. Si bien, me resulta imposible elegir. ¡Son
tantas! En cuanto a series, me encantaba House,
y ahora sigo The Big Bang, Castle, Flash, Daredevil y Penny
Dreadful. Espectaculares. Para los comics soy aún más clásico: Mortadelo y Filemón, Superlópez, Spiderman, Los Vengadores
y todos aquellos que he tenido que leer para ambientarme en el mundo steampunk: Lady Mechanika, La liga de
los hombres extraordinarios, The five
fists of science o Grandville.
¿Siempre quisiste ser escritor?
Siempre me ha gustado escribir. Desde muy joven. Y
siempre lo he hecho como pasatiempo. Me gusta, me permite desconectar y es mi
forma de relajarme. Lógicamente, si escribes tu objetivo final es que alguien
te lea. Aunque también da un poco de miedo que no acaben de entender tu visión
o forma de entender la escritura.
¿Qué rutina o manías tienes a la hora de escribir? ¿Eres muy sistemático o,
por el contrario, muy caótico?
Ni una cosa ni otra. Habitualmente, cuando tengo
una idea la escribo a mano en una libreta. Ahí la voy desarrollando, realizo un
esquema e incluso pongo nombre a los capítulos. Una vez tengo la estructura,
comienzo a escribir. Últimamente utilizo Scrivener,
un programa que me resulta de mucha utilidad y te permite ser bastante
ordenado, aunque también es cierto que, en numerosas ocasiones, la historia
coge cuerpo mientras la vas desarrollando y te lleva a donde ella quiere.
Monumento a Colón inaugurado para Exposición Universal de Barcelona |
Para escribir esta novela ambientada en la Barcelona del s.XIX te habrás
tenido que documentar muchísimo. ¿Cómo fue la tarea?
Tardé semanas, quizás un par de meses, en buscar
información al respecto. Si bien todo se aceleró cuando descubrí que dos años
antes de que se inaugurara la Exposición empezó a editarse una publicación que
se llamaba “La Exposición”. En ella se describía pormenorizadamente todo lo que
iba sucediendo a lo largo de la gestión y construcción de los pabellones que la
constituyeron. Y también utilice las noticias de “La Vanguardia”. Por aquel
entonces el diario ya se publicaba, y eso me permitió encontrar los detalles
que quería.
¿Qué datos para Pétalos de acero te fue más complicado obtener?
Quizás lo que más me costó encontrar fueron los
planos de la ciudad. Barcelona ha sufrido diversas remodelaciones a lo largo de
su historia, pero hallar un plano de 1888 resultó un poco más complicado de lo
que imaginaba. Menos mal que en la actualidad casi todo está digitalizado y los
archivos históricos suelen ser públicos.
¿Cuánto te llevó escribir Pétalos de acero?
La novela en sí no creo que tardará más de cuatro
o cinco meses en escribirla, quizás incluso un poco menos. Corregirla sí que me
llevó casi dos años. La lees, la vuelves a leer, y siempre descubres párrafos o
diálogos que quieres cambiar. Aunque, para ser sincero, si la volviera a leer,
seguro que encontraría nuevas modificaciones a hacer. Les pasa a la mayoría de
los escritores.
¿A la hora de publicar te encontraste con algún obstáculo? ¿Cómo fue?
Ninguno. El problema era mío. Creía que una
novela tan larga sería difícil de ser aceptada por una editorial, dado el
panorama actual. Sin embargo, leí que una editorial joven, Editorial Hermenaute, buscaba novelas de temática steampunk o de ciencia ficción, y les
envié el manuscrito. En quince días Lluís Rueda y Marta Torres, los editores, me
contestaron que les gustaba mucho y que querían publicarla. Han sido
fantásticos, me han tratado genial, y creo que han hecho una edición
espectacular. Por cierto, la ilustración de la portada, de Aina Albi, merece
una mención aparte. Es increíble.
¿Qué consejo podrías darle a aquellos que sueñan con convertirse en
escritores?
Perseverancia, paciencia. Es difícil, pero al
final se van consiguiendo las metas. Y sobre todo leer, leer mucho y observar
el mundo que nos rodea. Escribir es como la vida, evolucionas a lo largo del
tiempo, solo es cuestión de practicar y no desanimarse.
¿Tienes alguna web o blog desde donde tus potenciales lectores puedan
informarse más sobre tus obras? ¿En qué redes sociales podemos encontrarte?
Tengo un bloc, aunque reconozco que no lo
actualizo tanto como me gustaría. Se llama Burbujas
de tiempo, y esta es su dirección:
También estoy en Facebook:
Y en twitter https://twitter.com/jabhsss
¿Dónde podemos adquirir Pétalos de acero?
En todas estas librerías donde distribuye Librerantes: http://web.librerantes.com/las-librerias/
También en Gigamesh,
templo del vicio y la subcultura, en Bailén 9 (Barcelona)
Y, por supuesto, en la propia editorial: http://www.hermenaute.com
Por último, ¿qué le dirías a nuestros lectores para que se animen a
leer Pétalos de acero?
Pétalos de acero creo que es una novela de la que
pueden disfrutar tanto los lectores de novelas de aventuras de estilo clásico,
como aquellas personas que les gusta la novela romántica decimonónica o los
relatos policíacos al estilo Maurice Leblanc, creador de Arsène Lupin. Se trata de una novela histórica salpicada con
detalles de fantasía y retrofuturismo, en una Barcelona distópica pero tan real
que podría haber sido cierta. Un paseo por un pasado difícil de encontrar.
¡Bienvenidos a la Exposición de 1888!
José Antonio Bonilla
Vista aérea de la Exposición Universal en 1888 |
Muchísimas
gracias José Antonio por una entrevista genial (y a la editorial por el
ejemplar) con la que espero haberos abierto el apetito lector y que
queráis, como yo ya he hecho, apuntaros a la extraordinaria
aventura que éste autor nos propone en Pétalos de acero.
Título: Pétalos
de acero
Autor: José
Antonio Bonilla
Género: Steampunk
Editorial: Hermenaute
Formato: Papel
Páginas: 546
Precio: 19,90€ (Papel)
Argumento: Exposición Universal de Barcelona, 1888. Isaac Peral, diseñador de un modelo de submarino revolucionario, acaba de sufrir un atentado en el Gran Hotel Internacional. El jefe de seguridad del pabellón de Estados Unidos y un par de relojeros catalanes desplazados desde París se verán envueltos en una trama de robos, asesinatos y extraños autómatas, además de la inquietante presencia de un carruaje negro que guarda un terrible misterio. Tras estos sucesos se esconde una conspiración que busca la destrucción de los cimientos de la Vieja Europa. La Ciudad Condal es el fantástico tablero de juego de esta novela de aventuras steampunk con guiños al folletín popular y a la literatura policíaca de Maurice Leblanc.
Muchas gracias. Una fantàstica entrevista.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti José, me ha encantado entrevistarte y poder leerte. Un abrazo!!!
EliminarNo es un género con el que aún me haya atrevido. Pero desde luego esta fantástica entrevista me anima a estrenarme. Estaré pendiente de tu reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí me ha sucedido igual que a ti, es un género que no el que no me había atrevido hasta ahora. Lo bueno es que "Pétalos de acero" te acerca al género steampunk sin abrumarte ni aburrirte. Te lo recomiendo (aunque ya os contaré más en la reseña ;) Muchísimas gracias por pasarte y por tu comentario!!! Besos!!!
Eliminarfantástica novlea; te atrapa desde el primer momento y ya no la puedes soltar. Es fácil de leer, rigurosamente documentada y el argumento está perfectamente desarrollado. Quien la lea no se encontrará decepcionado. La recomiendo a todo el mundo.
ResponderEliminarMuy cierte Benet y muchas gracias por compartir tu experiencia con "Pétalos de acero". Muchísimas gracias por pasarte y comentar!!! Saludos!!!
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