RESEÑA Y ENTREVISTA A ROMAIN PUÉRTOLAS: Autor de "Todo un verano sin Facebook", una divertida novela negra

JUEVES, 24 DE MAYO DEL 2018

Todo un verano sin Facebook

"[...] Aga­tha Crispies, inspectora de policía de piel negra (incluso en invierno), trasladada, por razones que obviaré en este primer capítulo para ahorrarles un prejuicio (en este caso exacto) sobre mi persona, desde mi Nueva York natal (la de los traficantes de cocaína) a esta Nueva York de postal (la de los traficantes de aspirinas), donde tuve que empezar de nuevo. [...]. Porque la vida aquí es vomitiva, y no lo digo por las toneladas de donuts de chocolate que engullo a lo largo del día, por suerte tengo un tránsito de lujo (pregunten a Rosita, la mexicana encargada de los cuartos de baño), sino porque procedo de una de las brigadas criminales más prestigiosas y desbordadas de Estados Unidos.

En Nueva York, Colorado, solo la leche desborda."

Fragmento de Todo un verano sin Facebook

Gracias a las estupendas personas que hay detrás del sello Grijalbo, he podido leer el libro Todo un verano sin Facebook del escritor francés Romain Puértolas, quien saltó a la fama gracias a su primera novela El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea, y al cuál tuve el honor de entrevistar por teléfono hace un par de semanas (ENTREVISTA ABAJO 👇). 

Todo un verano sin Facebook es una divertida y disparatada novela negra ambientada en el pequeño (e inexistente) pueblo de Nueva York, Colorado. Es un lugar muerto y aislado de la civilización, en el que Internet es una utopía y sus ciento cincuenta habitantes viven en una adormecida rutina llena de rotondas. Su protagonista, Agatha Crispies (como los cereales o como cierta escritora), es la única agente de policía negra (a excepción  de su jefe) de todo el lugar y languidece deseosa de que por fin se cometa algún crimen con el que relanzar su carrera y regresar a la Nueva York de verdad, a la de Frank Sinatra y la Estatua de la Libertad. Un día sus plegarias serán escuchadas, y en una población vecina un tal Peter Foster aparecerá hecho musaka en la bañera de su apartamento. El arma letal empleada, serán unas agujas de hacer punto. Agatha se tendrá que enfrentar a una serie de crímenes cada vez más estrafalarios y desconcertantes, y mientras su lista de sospechosos no para de crecer, luchará por no perder las esperanzas de atrapar al escurridizo asesino y salir de una vez por todas de aquel pueblucho.

Agatha es la más estrafalaria de las detectives con la que jamás me he cruzado leyendo un libro. Agatha es adicta a dos cosas: a comer donuts de chocolate y a los libros. Es obesa, negra en un pueblo lleno de racistas de la América profunda, mujer policía (por lo que también se enfrenta al machismo) y una lectora voraz. Su modo de resolver los crímenes es del todo desconcertantes. Por un lado, no tiene cuidado en contaminar con sus donuts las escenas del crimen, tiende a dispersarse y anotar en su libretita Moleskine las hipótesis más inverosímiles y absurdas que se le ocurren, así como a apuntar a cualquiera que se le cruce por la mente como posible sospechoso. Por otro lado, tiene momentos de gran brillantez (o simples golpes de suerte).

El aspecto que más ha hecho que me guste Agatha, es su amor por los libros. Tan baja es la criminalidad en Nueva York (Colorado), que los miembros de la comisaría se han dividido en clubes de hacer punto, tirar a los dardos, rellenar sudokus y en un club de lectura. Éste último es cosa de Agatha, pero sólo tiene dos miembros: ella y Rosita, la mujer de la limpieza. Su pasión por los libros es arrolladora y hay capítulos enteros en los que Agatha nos cuenta interesantísimas historias detrás de los autores de grandes clásicos  de literatura como Lo que el viento se llevó o La conjura de los necios, entre otros. Había momentos, en que lo que menos me interesaba era la resolución del crimen (también interesante) y sí más esos interludios literarios. Por cierto, gracias a dicho club, descubrimos el inmenso odio que el autor de la novela le tiene al Ulises de James Joyce.
 

La fresca narrativa de su autor te hace volar entre sus páginas y devorar uno tras otros sus cortos capítulos. Hace mucho hincapié en el aspecto de Agatha, en su extrema gordura y en el color de su piel, con el propósito de evidenciar los continuos prejuicios y desprecios que, como mujer y afroamericana, esta detective de acero debe hacer frente todos los días de su vida. Así que, a pesar de tratarse de un libro humorístico, bajo las risas se ocultan mensajes de crítica social.

Todo un verano sin Facebook de Romain Puértolas es una lectura ligera, desenfadada, en la que el humor es la piedra angular de su ser, donde terroríficos crímenes se suceden en medio de disparatadas situaciones y una carismática agente de policía, nada convencional, nos conducirá por la más divertida y estrafalaria de las novelas negras hasta unos de los finales más inesperados que he leído en mucho tiempo. 

Su autor, Romain Puértolas, es un hombre que antes de convertirse en escritor, realizó otros muchos trabajos antes: fue DJ, coordinador de vuelos e, incluso, policía de los de verdad; una experiencia que deja traslucir en esta, su primera novela negra. Es el orgulloso escritor también de El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea y de La niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel.

A continuación, os traigo íntegra la entrevista que tan amablemente me concedió hace un par de semanas el propio Romain Puértolas (siento la calidad del audio) donde nos cuenta muchísimas cosas sobre su novela Todo un verano sin Facebook, nos da la primicia sobre la segunda aventura que está escribiendo para Agatha (incluso nos dice cuál será su título), nos habla sobre sus gustos lectores y nos avanza más acerca del estreno de la adaptación al cine de su primer éxito literario y mucho más. Así que os animo a subir el volumen de vuestro ordenador o dispositivo móvil y descubrir todo lo que Romain nos confía a los lectores del blog:

Espero que si la habéis oído, la hayáis disfrutado mucho y que os haya dejado con ganas de comprar el siguiente billete de avión con destino a Nueva York, Colorado (un consejo, dejaros el móvil en casa, allí no os va a servir de nada). Desde aquí, ¡mil gracias a Romain Puértolas por tan fantástica entrevista y a las personas del sello Grijalbo por todo!

Título: Todo un verano sin Facebook

Autor: Romain Puértolas

Género: Novela negra, Humor

Editorial: Grijalbo

Formato: Papel y Digital

Páginas: 377

Precio: 17,90 € (Papel) y 8,99€ (Digital)

ISBN: 9788425356407

Argumento: Nueva York, en Colorado, poco tiene que ver con la gran capital que nunca duerme. Más bien es un lugar aburrido, entre montañas donde, por no llegar, no llega ni la wi-fi. Allí ha sido desterrada la teniente de policía Agatha Crispies con la esperanza de que su peculiar manera de manejar los casos policiales no genere más problemas de los necesarios. Pero ¿qué delitos podría haber en un pueblucho polvoriento de la América profunda? «Con suerte... ¡ninguno!» piensan sus superiores.

Pero el destino está a punto de echarle una mano a esa policía con aspecto de Whitney Houston tras una dieta hipercalórica. Servidora infatigable de la ley, adicta a los donuts de chocolate y a organizar clubs de lectura, nuestra heroína tendrá que desplegar todo su singular talento para aclarar la misteriosa aparición de un cadáver mutilado en una bañera. Pero el caso no tardará en complicarse todavía más y la intuitiva Agatha tendrá que valerse de todos sus recursos como investigadora para resolverlo antes de que lo haga el obtuso y machista sheriff McDonald, quien también pretende apuntarse ese tanto.

Con su ingenio característico, Romain Puértolas nos ofrece una espléndida historia de misterio que combina de manera magistral la intriga y el humor.

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